Mons. Baisi en las fiestas patronales de San Miguel en Eldorado

  • 30 de septiembre, 2020
  • Eldorado (Misiones) (AICA)
El obispo de Puerto Iguazú animó a esta comunidad a no alejarse de Dios y así no construir una cultura que "termina matando a la vida". Fiesta religiosa por canales digitales a raíz de la pandemia.

El obispo de Puerto Iguazú, monseñor Nicolás Baisi, presidió las fiestas patronales en honor de San Miguel en la parroquia que lleva su nombre en Eldorado, la ciudad más poblada de esta jurisdicción eclesiástica.

La celebración eucarística fue seguida por numerosos fieles desde sus hogares a través de medios digitales y redes sociales, a raíz de las restricciones por la pandemia.

El prelado estuvo acompañado por sacerdotes, diáconos y un grupo reducido de la comunidad local.

Monseñor Baisi puso énfasis en que la ciudad se construye sobre la base de la fe en Cristo y destacó que “todo lo construido por Dios está siempre bien hecho”.

“El mal se introduce sencillamente por causa del orgullo humano que quiere usurpar el lugar de Dios”, advirtió, y recordó que San Miguel vence al mal proclamando: "Quién como Dios, nadie como Dios".

El obispo señaló que los ángeles son los “transportes” que suben a Dios los ruegos de cada uno y bajan a sus bendiciones.

“Los ángeles ponen las cosas en su justo lugar”, indicó

“Nosotros no somos dioses y no podemos ponernos en el lugar de Dios, porque alejándonos de Dios construimos una cultura que termina matando a la vida”, sostuvo.

Monseñor Baisi terminó subrayando: “La vida pertenece solo a Dios. A Dios toda victoria”.

Fiestas en Garuhape y Villa Florida
Las fiestas patronales en honor de San Miguel también se vivieron en capillas de la diócesis dedicadas al santo en las localidades de Garuhape y Villa Florida.

"Desempolvando los valores con los que San Miguel hizo frente al mal para ponernos nosotros también del lado de Dios. No queremos esconder la fe y la esperanza que profesamos en nuestro Señor Jesucristo", expresaron esas comunidades.

"La sacamos a la luz del día en la chacra, la fábrica, en la oficina, el aula, en la familia y el trabajo. ¡Quién como Dios, nadie como Dios!  Poner a Dios en su justo lugar como lo hace San Miguel, nos ubica también a nosotros y nos ayuda para actuar cada día mejor con el prójimo y con la naturaleza que nos rodea", sostuvieron.+