Mons. Nannini: "El Señor nos asiste en las batallas y manda a San Miguel a luchar con nosotros"

  • 30 de septiembre, 2020
  • San Miguel (Buenos Aires) (AICA)
Al celebrar la fiesta patronal de San Miguel Arcángel, el obispo de San Miguel, monseñor Damián Nannini, presidió la Eucaristía en la catedral diocesana en la tarde del martes 29 de septiembre.

El obispo de San Miguel, monseñor Damián Nannini, presidió la Eucaristía de la fiesta patronal diocesana dedicada a San Miguel Arcángel, en la tarde del martes 29 de septiembre. Fue acompañado por sacerdotes del clero diocesano en la catedral diocesana, y la comunidad pudo unirse a través de los medios digitales.

Al comenzar su homilía, el prelado hizo referencia a una de las constituciones dogmáticas resultantes del Concilio Vaticano II, Dei Verbum, que afirma: “La palabra de Dios crece con nosotros”, es decir, “en la medida que crecemos, va creciendo nuestra comprensión de la Palabra de Dios. Y hoy puedo dar testimonio de que es muy cierto”, afirmó. 

El obispo confesó haberse “sentido incómodo” con el lenguaje bélico de San Miguel, y con algunas lecturas del Apocalipsis. Pero meditando la situación actual, reconoció que “estamos viviendo una batalla, una lucha”. En la batalla de los arcángeles, cuando vencen a satán, este es expulsado del Cielo, “ya no está más. Sonó la voz de Dios, la salvación y la soberanía del Mesías. La victoria de Cristo, que ha vencido”, dijo monseñor Nannini.

“El arcángel San Miguel no hace más que aclarar la victoria de Cristo, y aclara que esa victoria fue gracias a la sangre del cordero. Ha sido la sangre de Cristo y su entrega por nosotros la que nos ha salvado. A esto se suma también el testimonio”, explicó el obispo. Es decir, “quienes confiesan a Cristo y entregan la vida por Él, ahí está el secreto de la victoria, la sangre de Cristo y los que dan la victoria”.

Monseñor Nanini dijo más adelante que “desde aquí debemos iluminar las batallas que nos esperan”, y nombró una como la “primera y fundamental”: “La vida espiritual es un combate, el mal espíritu está obrando para apartarnos del camino del Señor”. Esta batalla, explicó el prelado, “ya fue primero ganada en el Cielo, pero ahora debe ser ganada en nuestros corazones: la batalla contra el mal, la batalla contra el pecado, para formar parte de Cristo”.

El obispo llamó a la comunidad a “pedir a San Miguel que nos asista, para que la victoria sea de Cristo y que Cristo reine en nuestra vida”. Pero además, hizo mención a la “batalla por la vida y contra la enfermedad”. En este sentido, el prelado rindió homenaje al personal de salud que está “en el frente de batalla contra la pandemia”, haciendo alusión a que, en el día de la fiesta, visitó tres hospitales de la diócesis y felicitó personalmente a su personal.

Luego hizo referencia también a “la batalla del hambre”, que, del mismo modo, está sucediendo, y felicitó a quienes trabajan en Cáritas, asistiendo a los más necesitados: “Hay que seguir dando esta batalla, no podemos desentendernos de los hombres”, exhortó.

Más adelante, monseñor Nannini mencionó “una batalla cultural”: la de la dignidad de la persona humana, es decir, “defender los derechos, la libertad, el derecho al trabajo: no dejemos que se le quite la dignidad a ninguna persona. Esto es tarea del pueblo, pero con los caminos de la paz”, aclaró, “siempre con la confianza de que el Señor ya ha vencido a la muerte”.

Finalmente, el obispo pidió a San Miguel “que nos dé la esperanza que necesitamos. Que podamos ayudar con lo que tengamos, y si no, con la palabra y el testimonio, para dar sentido a la lucha”. Y recordó que “ya no hay un abismo entre el Cielo y la tierra, hay comunicación, hay comunión. Y es el Señor quien nos asiste en nuestras batallas y manda a San Miguel para que luche con nosotros y nos asegure la victoria”. +