Mons. Mestre: Cómo atravesar el "examen final" de nuestra vida

  • 25 de noviembre, 2020
  • Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA)
"¿Qué es el Reino de Dios?", "Los hermanos más pequeños" y "El examen final", fueron los tres conceptos tomados por el obispo de Mar del Plata para reflexionar este domingo.

Al reflexionar con el Evangelio en la solemnidad de Cristo Rey, el obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, tomó tres ideas para ilustrar el relato evangélico de San Mateo. “¿Qué es el Reino de Dios?”, “Los hermanos más pequeños” y “El examen final”, fueron los conceptos que eligió para este domingo.

¿Qué es el Reino de Dios?
Al comenzar, el obispo explicó cómo será el Reino de Dios, que “no tiene que ver con las pompas de este mundo, ni con los títulos nobiliarios de esta tierra”, ni con “los ejércitos, ni con el lujo, ni con el estrellato”. Por el contrario, explicó que se trata de “el reinado de Jesucristo en el corazón de cada discípulo misionero, en cada familia, en cada comunidad”. Lo que la liturgia celebra en esta fiesta es que “Dios reina en nuestros corazones como verdad, vida, santidad, gracia, justicia, amor y paz”.

Los hermanos más pequeños
En el segundo punto mencionó los seis verbos que se repiten en el texto: “dar de comer, dar de beber, alojar, vestir, visitar e ir a ver…”, bien puntuales y concretos y que “miran la realidad del más necesitado”. El término griego del Evangelio hace alusión al “más pequeño” o a “el pequeñísimo”, es decir, con aquellos hermanos con los que se identifica el Señor, “en ellos está realmente presente Jesús”, aseguró monseñor Mestre. Por eso, exhortó a la comunidad a atenderlos, ya que se trata de un “sacramento y presencia del mismo Cristo”.

El examen final
Por último, se toca el tema del juicio final en el Evangelio, “tenemos que tomar este tema con mucha seriedad y responsabilidad, pero sin miedo”, dijo al respecto el obispo. “El tema del examen es nada más y nada menos que el amor, como queda en evidencia en este relato”, resaltó citando a San Juan de la Cruz: “En el atardecer de la vida seremos juzgados en el amor”. Por eso, concluyó: “En el examen final no nos podemos copiar: se juega únicamente en el amor-misericordia ejercitado con todos, especialmente con los más pequeños”.+