Mons. Colombo: "Dejarnos habitar por la invitación de Dios a una transformación interior"

  • 24 de febrero, 2021
  • Mendoza (AICA)
El arzobispo de Mendoza celebró la misa del primer domingo de Cuaresma, este domingo 21 de febrero, en la parroquia Nuestra Señora de la Carrodilla, un tiempo para "desafíar nuestra esperanza".

En la misa para el primer domingo de Cuaresma, el arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Daniel Colombo, visitó la comunidad de Nuestra Señora de la Carrodilla, y animó a los fieles a dejarse habitar “por la invitación de Dios a una transformación interior”.

El arzobispo mendocino definió la Cuaresma como un “tiempo de singular significación para el camino cristiano en cuyo horizonte está la Pascua, triunfo de Dios sobre la muerte y el pecado”.

Al hablar sobre las lecturas del día expresó que “si la pedagogía bíblica recurre a una imagen tan dolorosa y dramática como la del diluvio y sus terribles consecuencias, nos llena de confianza la esperanza en que Dios hace nuevas todas las cosas y es posible empezar con Él un camino nuevo. Podemos decir que la fidelidad de Dios triunfa sobre la debilidad del hombre para hacerlo vivir un tiempo nuevo”.

Además, hizo alusión al Evangelio de las tentaciones comentando que “presenta con sobriedad los aspectos centrales de esa experiencia de Jesús, que va al desierto por cuarenta días para preparar su misión”. Monseñor Colombo dijo que mientras Jesús está en el desierto “no le faltan tentaciones ni adversidades al Señor, aunque cuenta también con el auxilio de las fuerzas de Dios, la ayuda de los ángeles”. 

En este sentido, mencionó que lo mismo sucede en nuestra la vida “siempre Dios está para ayudarnos”, aunque también “están nuestras propias resistencias y temores, están las dificultades del camino y del mal presente en la vida social. Pero nunca nos faltará la ayuda de Dios para animarnos a seguir adelante, buscando su Reino”.

El prelado de Mendoza afirmó que “la Cuaresma desafía nuestra esperanza, viviendo este tiempo como un tiempo de Dios en el que Él quiere hacer nuevas todas las cosas”, citando el mensaje del Papa para la Cuaresma. Animando a la comunidad a “despojarnos, privarnos, de todo lo que nos distrae de ese encuentro imprescindible”, el arzobispo también marcó la oración personal y comunitaria como una buena herramienta durante este tiempo, así como “la reconciliación, la capacidad y el empeño que pongamos en trasmitir aliento y confianza a los corazones abatidos, ayudan mucho a vivir la novedad a la que Dios nos invita”. 

Finalmente, monseñor Colombo mencionó que “los cuarenta días de la Cuaresma son para nuestro bien y el de los hermanos”, y que este tiempo no es para “la reiteración ritual de una parte del tiempo litúrgico”, sino que se trata de una “experiencia siempre nueva”. Por eso, concluyó animando a “dejarnos habitar por la invitación de Dios a una transformación interior donde despojados de cuanto nos traba y nos amenaza, nos encaminemos al encuentro del Cristo pascual”.+