El Card. Poli puso en posesión al párroco de Nuestra Señora de Monserrat

El arzobispo de Buenos Aires tomó el juramento de práctica al presbítero Néstor Martín Panatti, quien marcó los desafíos que deberá afrontar junto a la comunidad de este templo histórico.

El cardenal Mario Aurelio Poli, arzobispo de Buenos Aires, puso en posesión del cargo de párroco al presbítero Néstor Martín Panatti en el histórico templo de Nuestra Señora de Monserrat, ubicado a metros de la avenida 9 de Julio, en el centro porteño.

Ante un templo colmado de fieles, provistos de rigurosos barbijos y distancia prudencial, el presbítero Diego Gabriel Díaz, de la parroquia Anunciación del Señor, de Villa Urquiza, procedió a la presentación del padre Panatti, quien ya se encontraba en esa comunidad parroquial pero no había podido asumir formalmente el cargo por las restricciones de la pandemia.

A continuación el presbítero Alejandro Fabián Seijo, párroco de Nuestra Señora del Buen Consejo (en cuyo cargo sucedió a Panatti) leyó el decreto correspondiente, y el cardenal Poli le tomó el juramento y las promesas de fidelidad y lo proveyó de los elementos del caso.

Entre los testigos que firmaron el documento lo hizo en primer lugar la exvicepresidenta de la Nación, Gabriela Michetti, quien participó de toda la ceremonia, en la que abundaron aplausos y emociones, según informó la periodista Marta Noce, presente la celebración.

Sobre el final el presbítero Panatti agradeció a su familia, a sus padres (presentes en el templo), a su hermana que le dio tres sobrinos, a sus abuelos y a la buena formación cristiana que tuvo, a los amigos de toda la vida, a la feligresía del Buen Consejo (su anterior destino, con muchos dirigentes presentes en el acto), y a los entusiastas miembros de su nueva comunidad.

En su breve mensaje hizo referencia al llamado del cardenal Poli para su nuevo destino que, reconoció, lo sorprendió gratamente, ya que se trata de un templo con historia, que en 1750 era capilla de los catalanes…

Ahora se trata de restaurar el edificio, cuyos andamios hace 38 años que están levantados, una verdadera aventura que no se limita al arreglo del templo, sino a la consolidación de la comunidad. 

Luego de la Misa, el padre Martín, así conocido, recibió el saludo de los fieles en el altar.+