Mons. Nannini: "La última palabra la tiene Dios, y es la victoria"

  • 30 de septiembre, 2019
  • San Miguel (Buenos Aires) (AICA)
Al celebrar las fiestas patronales diocesanas, el obispo de San Miguel, monseñor Damián Nannini, pre

Al celebrar las fiestas patronales diocesanas, el obispo de San Miguel, monseñor Damián Nannini, presidió la misa en el atrio de la catedral santuario San Miguel Arcángel, ante una multitud de fieles.

El prelado se dirigió a la comunidad de la diócesis, que abarca los partidos de San Miguel, José C. Paz, Malvinas Argentinas y Del Viso. Al comenzar recordó que “Los ángeles son los mensajeros de Dios; pero los arcángeles son aquellos mensajeros que tienen una misión especial de parte de Dios”.
 


Luego hizo referencia a la procedencia del nombre Miguel, que en hebreo significa “quién como Dios”. “Porque la misión de San Miguel arcángel es cuidar la dignidad y la primacía de Dios”. Esto se trata de “una invitación que nos hace el arcángel de darle el primer lugar a Dios en nuestra vida. Todo lo demás es bueno y necesario, pero solo Dios debe tener el primer lugar y desde ahí debemos ordenar toda nuestra vida”.

“San Miguel se presenta en el Apocalipsis como el que combate contra el mal”, dijo más adelante, resaltando que, en la novena patronal de este año, se rezó “para que nos ayude a combatir el mal y a construir el bien común y la paz. Especialmente en estos momentos del país que estamos viviendo, hay que ir contra el mal, el orgullo, la división, la grieta y la separación”. “Con la ayuda de San Miguel tenemos que ser promotores del bien común y de la paz”, animó.

Seguidamente indicó: “Todo lo que no promueve el desarrollo de Dios, proviene de Satanás, y a nosotros nos compete defender a Dios”. “Dios a través de los ángeles quiere que nunca nos sintamos solos, especialmente en medio de la batalla, en medio de la lucha”.

Y aunque mencionó que “la lucha entre el bien y el mal siempre estará”, alentó a involucrarse, “con la certeza de que no estamos solos”, porque “la última palabra en la historia la tiene Dios, y es la victoria”. “La luz vence a las tinieblas, el bien vence al mal, la vida vence a la muerte porque Cristo ha resucitado. El Apocalipsis ya celebra la victoria de Dios, por eso nunca perdamos la esperanza”.

Finalmente, dijo: “La belleza de la Iglesia es la santidad” e invitó a estar activos en la vida diocesana, con una salida misionera, buscando siempre la santidad.+