Según el Papa, Sudán del Sur es un ejemplo universal para la unidad de los cristianos

  • 4 de febrero, 2023
  • Juba (Sudán del Sur) (AICA)
Desde Sudán del Sur, durante la oración ecuménica, Francisco pidió trabajar por una paz "que integre las diversidades, que difunda el estilo de no violencia de Jesús"

Al final del segundo día de su peregrinación por la paz a Sudán del Sur, el papa Francisco participó de un momento de oración ecuménica en la capital de ese país predominantemente cristiano. En su discurso, el Santo Padre llamó a los fieles a “orar, actuar y caminar”, para que llegue la paz de Dios, una paz que “promueve la unidad en la diversidad”.

Era la hora del atardecer en Juba. Unas 50.000 personas participaron de este momento de oración, que tuvo lugar en el Mausoleo "John Garang", lugar de enterramiento de este político y soldado sudanés, fundador y líder del Ejército Popular de Liberación de Sudán (SPLA) durante los veintidós años de guerra que enfrentó la rebelión de Sudán del Sur contra el régimen de Jartum.

Francisco estuvo acompañado por Justin Welby, arzobispo de Canterbury y por Iain Greenshields, moderador de la Iglesia de Escocia, los otros protagonistas de esta peregrinación ecuménica de paz y reconciliación. También estuvo presente el presidente de la República, Salva Kiir. 

Durante la oración de intercesión, cada lector vertía agua al pie de los árboles plantados antes como acto de paz. Por su parte, en su discurso, el Papa insistió en tres aspectos importantes para el advenimiento de la paz: orar, actuar y caminar.

Una paz que integre las diversidades
Orar, ante todo, porque "da fuerza para seguir adelante, para vencer los miedos, para vislumbrar, incluso en la oscuridad, la salvación que Dios está preparando", aseguró el Papa. "Además, la oración atrae la salvación de Dios hacia el pueblo". El Señor de la paz interviene, recordó Francisco, en respuesta a la “oración tenaz, de constante intercesión”, como hizo Moisés por su pueblo.

Y Francisco invitó a los cristianos a rezar “asidua y unánimemente”, para que Sudán del Sur “se llene de esta paz prometida pero que, por desgracia, aún no llegó”.

La oración es inseparable de la acción “por la causa de la paz”. El Santo Padre deseó que “llegue la paz de Dios: no sólo una tregua entre los conflictos, sino una comunión fraterna, que viene de la unión, no del ensimismamiento; perdón, no dominación; reconciliación, no imposición". Una paz “que integre las diversidades, que promueva la unidad en la pluralidad”, especialmente en este país multiétnico.

Abandonar el espíritu de venganza
El pontífice también denunció "cualquier visión tribal de la religión", pidiendo a los fieles "difundir el estilo de la no violencia de Jesús, para que ya no quede lugar para una cultura basada en el espíritu de venganza contra quienes profesan ser creyentes”. “Trabajemos en esto: trabajemos por la paz tejiendo y cosiendo, nunca cortando y rasgando”, insistió.

Finalmente, el Santo Padre habló de “caminar”, como denominaciones cristianas unidas en Cristo. “La herencia ecuménica de Sudán del Sur es un tesoro precioso, una alabanza en el nombre de Jesús, un acto de amor a la Iglesia, su esposa; un ejemplo universal para el camino de la unidad de los cristianos”, dijo, y luego expresó este deseo: “Que el tribalismo y el sectarismo que alimentan la violencia en el país no afecten las relaciones interreligiosas; al contrario, que el testimonio de unidad de los creyentes se transmita al pueblo”.

El Papa recomendó también seguir los pasos de "los que prepararon este camino", es decir, guardar la "memoria". Y también con “compromiso”, es decir, brindando apoyo a la población en áreas esenciales.

“Queridos amigos, mis hermanos y yo hemos venido como peregrinos ante ustedes. Y aunque luego estemos lejos físicamente, siempre estaremos cerca de aquí”, concluyó el Santo Padre.

“Comencemos cada día con la oración unos por otros y unos con otros, trabajando juntos como testigos y mediadores de la paz de Jesús, recorriendo el mismo camino, dando pasos concretos de caridad y unidad. En todo, amémonos intensamente, de todo corazón”, pidió.+

» Texto completo de la oración ecuménica