Monseñor Fisichella: 'No alimentar a los pobres con retórica'

  • 13 de junio, 2023
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
El proprefecto del Dicasterio para la Evangelización presentó el Mensaje del Papa Francisco para la VII Jornada Mundial de los Pobres, que este año se celebrará el 19 de noviembre.

El arzobispo Rino Fisichella, Proprefecto del Dicasterio para la Evangelización, presentó el Mensaje del Papa Francisco, publicado hoy por el Vaticano para la VII Jornada Mundial de los Pobres, que se celebrará el 19 de noviembre. 

En declaraciones a los medios vaticano, monseñor Fisichella subrayó que los pobres “no son un número, sino seres humanos que deben ser acogidos y apoyados, no solo con ayuda económica sino también alimentando la amistad, a partir de las agendas de los líderes políticos”. 

Fisichella explicó que en el Mensaje se elige la historia de Tobías, el personaje bíblico, para reafirmar que ante los pobres no se puede usar la indiferencia, ni la retórica, ni delegar la caridad en los demás.

“De hecho, dijo, no olvidemos que el Papa nos da este Mensaje mientras está en el hospital y, por lo tanto, comparte el sufrimiento con tantos otros pobres. El Mensaje que nos está dando es de gran actualidad, porque en primer lugar está tomando como referencia el testamento que un padre (Tobías) deja a su hijo (del mismo nombre), y por lo tanto está esa transmisión de importantes contenidos que no podemos olvidar. Y, entre ellos, nos dice el Papa que está la atención a los pobres, que no es una atención retórica. Es una atención que toca a cada uno, siguiendo el ejemplo de Jesús, que respondía a cada uno de los enfermos que se le acercaban, y por tanto a la multitud, mirando la profunda necesidad que tenían”.

Y agregó: “Aquí, frente a los pobres, nos dice el Papa, no hay retórica. Los pobres no son un número estadístico, son personas que ante todo desean nuestra cercanía y sentido de humanidad”.

No silenciar la pobreza
El arzobispo Fisichella señaló además “que el Papa advierte que hoy se presta demasiada atención a otros temas: las finanzas, la economía, el entretenimiento. Y así, frente a estos temas, se silencia lo que puede molestar, lo que sacude la conciencia, lo que también obliga a cambiar la propia vida y a considerar lo esencial en la vida de las personas”. 

“Por un lado, diría, el Papa nos provoca una vez más a tocar el sentido profundo de la vida. No es casualidad que varias veces el Papa diga que los pobres nos evangelizan. Esta expresión no significa otra cosa que los pobres nos hacen ver y tocar lo esencial de la vida. Sobre esto no se puede poner silencio, porque está en juego nuestra existencia personal”.

Un "compromiso político y legislativo serio y eficaz"
El proprefecto del Dicasterio para la Evangelización se refirió también al llamado que el Papa hace en su mensaje, alentando a asumir “un compromiso político y legislativo serio y eficaz”, respecto del cual indicó el arzobispo que “debería ser doble”. 

“Me temo -dijo- que muchas veces las acciones gubernamentales, legislativas, solo se enfocan en la ayuda financiera y económica. Este es un primer paso y es importante, porque la miseria, la pobreza, también está determinada por no poder llegar a fin de mes, como dice explícitamente el Mensaje. Pero eso es solo una parte. Hay otra parte que se relaciona más con una dimensión cultural, a saber, la necesidad, también a través de la ley, de cambiar de mentalidad, de cambiar lo que muchas veces es la actitud de indiferencia o de desprecio, que luego lleva a la marginación”. 

De ahí que advirtió que, “antes que preocuparnos por una ley financiera que está diseñada para brindar una ayuda material que luego terminará, y muchas veces termina muy rápido porque es demasiado contingente, olvidamos que hay una educación, una formación y esto debe hacerse en todos los lugares: debe tener lugar en la escuela, debe tener lugar en la familia, debe tener lugar donde haya un lugar de encuentro, donde las personas crezcan juntas. A nivel legislativo, creo que podemos y debemos intervenir también en esta formación, que devuelve la dignidad a cada persona.+