Mons. Moon: 'El tesoro más grande se llama Jesús'

  • 3 de agosto, 2023
  • Venado Tuerto (Santa Fe) (AICA)
"Nosotros necesitamos descubrir este tesoro, ver a Jesús presente en medio de nosotros a través de los ojos de la fe", señaló el obispo de Venado Tuerto.

El obispo de Venado Tuerto, monseñor Han Lim Moon, compartió su reflexión a la luz de la narrativa evangélica del domingo 30 de julio, decimoséptimo del tiempo de la Iglesia. 

El prelado recordó que “todos tenemos la experiencia de haber jugado a la búsqueda del tesoro, descubrir el tesoro a través de unas pistas hasta obtenerlo, y el Evangelio de hoy nos presenta un tesoro escondido, y lo vamos a descubrir siguiendo las pistas”.

En primer lugar, dijo, “el tesoro del que habla Jesús, aparentemente, es el tesoro material; puede ser oro, perla u objetos preciosos. Pero sabemos que el tesoro más importante para nosotros es más allá de lo material, es alguien o algunas personas a quienes amamos, de quienes recibimos un amor auténtico y duradero. Sin estas personas, no tenemos la felicidad. Poco nos sirve tener muchos tesoros materiales, estos no sirven para ser felices”.

En segundo lugar, señaló, “el tesoro más grande, con mayúscula, es el tesoro de alguien que nos ama más que nadie, ese tesoro se llama Jesús”. “Porque Él llegó a ser el tesoro más grande de la humanidad. Jesús siendo Dios, entregó su vida por cada uno de nosotros, por el gran amor que nos tiene. Él es el tesoro más grande que tenemos y está entre nosotros”.

Sin embargo, monseñor Moon dijo que la dificultad “es encontrar este tesoro vivo, porque está escondido, no lo vemos con nuestros ojos y tampoco lo descubrimos por la lógica humana”. 

Por eso, señaló, nosotros necesitamos descubrir este tesoro, ver a Jesús presente en medio de nosotros a través de los ojos de la fe. Las señales de haber encontrado a Jesús son: vender todo lo que poseemos, estar llenos de alegría por haberlo encontrado, estar plenamente felices y no soltar nunca más el tesoro escondido”. 

“Los ejemplos serían los santos, ellos lo descubrieron y dejaron todo para seguir al Señor; muchos consagrados también dejaron todo para seguir al Señor e incluso laicos también, teniendo su familia, están convencidos de que Jesús es el tesoro más grande de todos, y también dejaron todo”, agregó.

Y señaló: “Las pistas para encontrar este tesoro escondido serían: en primer lugar, pedir el don de los ojos de la fe, que tengamos los ojos de la fe para descubrirlo. En segundo lugar, la Palabra de Dios, que nos va a indicar por dónde vamos a ir para encontrar al tesoro escondido; que puede ser entre los enfermos, moribundos, necesitados, presos, los sacramentos, etc. Allí el tesoro escondido, Jesús, está presente de manera especial”.

Finalmente, aseguró que “hay que pedirle fe al Señor y recorrer esas pistas, para encontrarlo y poseerlo, y todos vamos a ser felices de haber encontrado a Jesús en medio de nosotros”.+