Inauguran la Ciudad de la Esperanza, una alternativa concreta frente a las adicciones

  • 28 de junio, 2025
  • Buenos Aires (AICA)
Con la bendición de monseñor García Cuerva y el impulso de la comunidad San Francisco de Asís, los Hogares de Cristo y el padre Damián Reynoso, se inauguró un nuevo espacio en Villa Soldati.

El arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, presidió el 26 de junio la inauguración de la "Ciudad de la Esperanza papa Francisco", un proyecto comunitario que nace del trabajo conjunto entre la comunidad San Francisco de Asís, los Hogares de Cristo y el acompañamiento del presbítero Damián Reynoso. El nuevo espacio, ubicado en el corazón del barrio de Villa Soldati, está destinado a acompañar a quienes más lo necesitan, especialmente a jóvenes y personas en situación de vulnerabilidad, a través de propuestas múltiples que integran lo espiritual, lo educativo y lo recreativo.

La jornada comenzó con una procesión por los barrios aledaños, en la que participaron miembros de los Hogares de Cristo. Luego se realizó un lavatorio de pies protagonizado por jóvenes, gesto simbólico que recordó la importancia de servir y dignificar al otro. También se llevó a cabo una emotiva suelta de globos en homenaje a las víctimas de las adicciones, en un llamado colectivo a no olvidar y a redoblar esfuerzos por la vida.

El acto inaugural estuvo encabezado por el arzobispo porteño, quien bendijo el lugar con una plegaria: "Jesús, te pedimos que bendigas la Ciudad de la Esperanza papa Francisco, que bendigas vos que conocés nuestros corazones, nuestras heridas y nuestras esperanzas". También agradeció a quienes hicieron posible el sueño: "Bendecí a todos los que trabajaron, a todos los que ayudaron para hoy concretar este sueño grande. Te pedimos también que el papa Francisco descanse en paz en el cielo y desde allá nos guíe, entusiasme y nos proteja".

Una ciudad con otras "C"
Durante la misa, celebrada ante una gran cantidad de personas, el arzobispo expresó: "Esta Ciudad de la Esperanza quiere ser un signo de que no nos vamos a acostumbrar a ver a nuestros pibes encadenados, muertos en vida por las adicciones. Queremos desatar esas cadenas, porque no está todo perdido".

A continuación, destacó el simbolismo de las "tres C" como alternativa real para los jóvenes: "La capilla, el colegio y el club también empiezan con C. Son propuestas que nos liberan, que nos devuelven la dignidad. Queremos que cada joven que llegue aquí crea que puede ser protagonista de su vida".

En el cierre de la celebración, monseñor García Cuerva agradeció especialmente al padre Reynoso y a todos los que trabajaron por hacer realidad este proyecto: "Gracias a la familia grande que creyó en este sueño. El papa Francisco nos decía: `¡Sueñen en grande! No se queden en vuelos rastreros ni en el chiquitaje´. Esta ciudad es un reflejo de ese sueño, una muestra de que se puede transformar el dolor en esperanza y las cadenas en libertad".+