El Papa pidió que la Iglesia siga siendo una casa abierta a todos
- 20 de julio, 2025
- Castel Gandolfo (Italia) (AICA)
Durante el rezo del Ángelus, el pontífice invitó a aprovechar el verano para cultivar el arte de la hospitalidad y abrir el corazón a Dios y a los demás. "Él aún hoy golpea a nuestra puerta", aseguró.

Ante una multitud de fieles reunidos en la Plaza de la Libertad, el papa León XIV rezó este domingo por segunda vez el Ángelus desde Castel Gandolfo, localidad donde se encuentra descansando antes de su regreso al Vaticano. En su mensaje previo a la oración mariana, el Papa reflexionó sobre el valor de la hospitalidad como camino de encuentro con Dios y con los demás, y destacó que el verano es un momento propicio para "ralentizar el ritmo" y redescubrir esta dimensión esencial de la vida cristiana.
Inspirándose en las lecturas bíblicas del día -la acogida de Abraham y Sara a los tres visitantes misteriosos, y el episodio de Jesús en casa de Marta y María-, León XIV subrayó que cada vez que participamos de la Eucaristía, "es Dios mismo quien viene a servirnos". Y añadió: "Nuestro Dios supo hacerse huésped, y hoy todavía se coloca frente a nuestra puerta y llama".
"Para acoger, hay que salir de uno mismo"
El Papa explicó que acoger implica humildad, atención, apertura, y también capacidad de salir de uno mismo. En ese sentido, analizó la figura de Marta: "Ella es generosa, pero corre el riesgo de perderse el encuentro con Jesús por estar demasiado ocupada. Dios la llama a algo más hermoso: a salir de sí misma".
Por contraste, María, que se sienta a los pies del Señor y se deja conquistar por su palabra, "no es menos concreta ni menos generosa, simplemente supo aprovechar el momento", explicó el pontífice. Jesús la elogia no por despreciar el servicio de su hermana, sino por comprender la oportunidad de una intimidad transformadora con Él.
"Sólo cuando nos abrimos a algo que nos descentra y al mismo tiempo nos llena, nuestra vida puede florecer", afirmó el Papa, y animó a los fieles a imitar a María durante este tiempo de verano, muchas veces saturado de ruido, obligaciones y propuestas superficiales.
La hospitalidad como antídoto frente al turismo consumista
León XIV advirtió también sobre la industria del turismo que "quiere vendernos todo tipo de experiencias", y planteó: "¿Es eso realmente lo que buscamos?". Para el Papa, "toda verdadera experiencia de encuentro -con Dios, con los demás o con la naturaleza- es gratuita y no se compra". "Se trata de hacerse huésped: hacer lugar y también saber pedirlo; acoger y dejarse acoger. Tenemos mucho que recibir, no sólo que dar", agregó.
Recordando que Abraham y Sara descubrieron nueva fecundidad al acoger al Señor incluso en la vejez, el Papa concluyó que "para nosotros también hay aún mucha vida por recibir, si aprendemos a abrir el corazón con serenidad".
Antes de rezar el Ángelus, León XIV encomendó a la Virgen María, "Madre acogedora", la vocación de toda la Iglesia: "Que en ella brille siempre la misión de ser una casa abierta a todos, que continúa recibiendo a su Señor, que aún hoy golpea a la puerta y pide entrar".+