Inglaterra: estudian exhumar y exponer a la veneración las reliquias de Tomás Moro

  • 24 de julio, 2025
  • Londres (Inglaterra) (AICA)
En 2035, en el 500 aniversario de la ejecución de Moro, una reliquia de la cabeza del santo se colocará en un santuario dedicado a él y se exhibirá públicamente.

La Iglesia en Inglaterra estudia algunos proyectos para exhumar el cráneo de santo Tomás Moro y situarlo para su veneración. Sería en ocasión del 500 aniversario de su martirio, en 2035.

En la actualidad, la cabeza del santo está enterrada junto a su hija Margaret en la iglesia anglicana de Dunstan (Canterbury, sureste de Inglaterra).

Las reliquias podrían tardar varios años en secarse por completo. Tras su conservación, la iglesia planea devolver los restos a la cripta o trasladarlos a un santuario o pilar de piedra construido especialmente dentro de la capilla.

La iglesia está consultando sobre la mejor manera de honrar el legado de Tomás Moro. También espera recaudar los fondos necesarios para financiar las obras arqueológicas y de conservación.

Según The Times, diario con sede en Londres que dio a conocer la historia, la iglesia buscará recaudar 50.000 libras, unos 67.300 dólares, para financiar el proyecto y crear el santuario para 2035.

Entre los primeros pasos está obtener el permiso de un tribunal de comisarios en Canterbury, que emite decisiones sobre los edificios y terrenos de la iglesia.

Tomás Moro y Juan Fisher no prestaron juramento
Tomás Moro fue un abogado que se convirtió en uno de los estadistas más admirados de Europa, ganando reconocimiento internacional por Utopía, su trabajo satírico sobre un estado perfecto.

Fue nombrado lord canciller de Inglaterra por el rey Enrique VIII en 1529, pero renunció en 1532 en oposición a las reformas del rey de la Iglesia católica en Inglaterra.

Enfureció aún más al rey al negarse a asistir a la coronación de Ana Bolena. Ésta era la amante con la que Enrique se había casado después de que el papa Clemente VII se negara a anular su matrimonio con Catalina de Aragón. La decisión llevó a Enrique a conducir a la iglesia al cisma.

Tomás Moro fue internado en la Torre de Londres después de que él y san John Fisher, obispo de Rochester, se negaron a prestar el juramento adjunto a la Ley de Sucesión a la Corona de 1534. Este juramento reconocía a la descendencia de Enrique y Ana ser legítimos herederos del trono inglés.

Condenado por alta traición
Moro fue condenado a muerte por alta traición en un juicio en Westminster Hall en Londres. Debía ser ahorcado, dibujado y descuartizado, una muerte lenta y dolorosa que implicaba destripamiento.

Enrique conmutó la sentencia por la decapitación. Y el día de la ejecución en Tower Hill, Londres, pidió a Moro que guardara su última carta. 

Santo Tomás Moro afirmó célebremente que murió "en la fe y por la fe", y que siempre fue un buen servidor del rey, pero primero de Dios.

Se enterró el cuerpo del futuro santo bajo el altar de la iglesia de San Pedro encadenado en la Torre de Londres, donde permanece. La Capilla Real de San Pedro ad Vincula ('San Pedro encadenado') es la antigua iglesia parroquial de la Torre de Londres.

Cabeza en un pico en el puente de Londres
Hirvieron su cabeza, que fue colocada en una espiga en el Puente de Londres, reemplazando a la del obispo Juan Fisher, decapitado quince días antes, el 22 de junio.

La hija de Moro, Margaret, a quien llamaba cariñosamente 'Meg', rescató la cabeza y la embalsamó. Fue enterrada con la cabeza de su padre tras su muerte en 1544. La cabeza fue trasladada junto con sus restos cuando éstos fueron trasladados a la cripta de la familia Roper más de 30 años después.

El papa Pío XI declaró a Moro y a Fisher mártires en 1935. En 2000, san Juan Pablo II declaró a santo Tomás Moro "patrón celestial de los gobernantes y políticos".

En un discurso de 1991, santo Tomás Moro fue descrito por el cardenal Joseph Ratzinger, el futuro papa Benedicto XVI, como "el otro gran testigo de conciencia de Gran Bretaña". Además de san John Henry Newman.

Ejemplo perfecto de servidor público
En junio, el papa León XIV animó a los políticos a inspirarse en santo Tomás Moro como un ejemplo perfecto de funcionario público.

El pontífice dijo, durante el Jubileo de los gobernantes, que "fue un hombre fiel a sus responsabilidades cívicas. Un servidor perfecto del Estado precisamente por su fe. Esto le llevó a ver la política no como una profesión, sino como una misión para la difusión de la verdad y la bondad".

León XIV subrayó "el coraje que mostró por su disposición a sacrificar su vida en lugar de traicionar la verdad". "Esto le convierte, también para nosotros hoy, en un mártir por la libertad y por la primacía de la conciencia".+