El catolicismo crece en África y América, pero retrocede en Europa y EE.UU.

  • 1 de agosto, 2025
  • Madrid (España) (AICA)
Así lo revela el informe 'Demografía de la Iglesia Católica, a las puertas de su tercer milenio', publicado por el Observatorio Demográfico de la Fundación San Pablo CEU (CEU-CEFAS).

Un nuevo informe publicado por el Observatorio Demográfico del Centro CEU de Estudios, Formación y Análisis Social (CEU-CEFAS), titulado 'Demografía de la Iglesia Católica, a las puertas de su tercer milenio', en el que se analiza la situación de la Iglesia Católica a escala mundial revela un fuerte contraste: mientras Europa y Estados Unidos enfrentan un descenso en el número de fieles, en África y América crecen.

El informe pone de manifiesto los graves desequilibrios demográficos y retos estructurales para el futuro de la Iglesia, especialmente en Europa occidental. Según datos de la Santa Sede recogidos en el estudio, el número total de católicos en el mundo superó en 2023 los 1.400 millones. Este crecimiento se concentra en África y América, mientras que en Europa la Iglesia muestra signos de envejecimiento religioso y estancamiento, con menos bautizos, sacerdotes y vocaciones religiosas.

Las cifras del más reciente informe del Centro de Estudios, Formación y Análisis Social de la Fundación San Pablo CEU (CEU-CEFAS) son demoledoras. El análisis demográfico y su panorama resulta complejo y muy poco optimista en algunas regiones del mundo.

La Iglesia Católica en España se sitúa ante un gran desplome de vocaciones, práctica religiosa y sacramentos, mientras que desarrolla un papel esencial en la educación, la asistencia social y la cultura. 

Desafíos para América y Europa que revela el informe
Varias conclusiones y grandes desafíos se desprenden del estudio. La presencia de un número más alto de administradores religiosos en algunas regiones no siempre se traduce en el logro de más y mejores frutos espirituales.

De hecho, la paradoja es que en ocasiones ocurre exactamente lo contrario. En efecto, de acuerdo con la investigación, en Europa hay más sacerdotes diocesanos y clero regular que en otros continentes, pero también se registra allí una notable disminución.


El informe señala que América es el continente con más obispos, seguido de Europa. Es también el continente misionero y con mayor número de catequistas. Y donde más aumenta su número es en África.

Al comparar ambas regiones, el informe subraya que la Iglesia tiene hoy una notable presencia en tierras americanas. De igual modo, establece que "África es ya el segundo continente por número de católicos, y donde están aumentando más rápidamente en términos absolutos y relativos".

"Más de uno de cada dos nuevos católicos a nivel mundial es africano", concluye el reporte. Por otra parte, destaca el predominio femenino en la vida religiosa. Las cifras dejan ver que en la actualidad son mucho más las mujeres que los hombres, tanto en las órdenes religiosas como en los institutos seculares.

En contraste figura Estados Unidos. Allí se registra un marcado declive en el catolicismo practicante, fenómeno alineado con lo que viene ocurriendo en tierras de Europa, a pesar incluso de la inmigración hispánica.

El caso de España
El caso de España es particular, donde "algo más de la mitad de los habitantes de España son católicos", pero "menos de uno de cada cinco, practicantes". Peor aún, es clara y marcada la caída de las vocaciones sacerdotales, así como el "envejecimiento del clero" y el descenso en el número de católicos practicantes. En este ítem, los números de España son dramáticos: "En 1960, la edad media de los sacerdotes era de 35 años. En 1995 era de 58 años. En 2009, de 63. En 2018, 65,5 años".

Sostiene el estudio que "el Nuevo Mundo es el continente con más católicos (casi el 50% de todos los bautizados que hay en el mundo) y con mayor porcentaje de población católica (más del 60%)".

En Europa, "salvo flujos migratorios masivos -en los que hay relativamente pocos católicos, excepto en España, donde la gran mayoría de la inmigración en los últimos años es iberoamericana-, la Iglesia no solo tiende a perder fieles por menguar la población europea total, sino también por la disminución del porcentaje de recién nacidos que son bautizados", algo que el reporte atribuye al "decaimiento de la religiosidad".


La conclusión es preocupante: "La población europea católica decrece, mientras crece la total mundial". En el caso estadounidense, sostiene que la "asistencia dominical a misa cayó considerablemente en las últimas décadas, y es minoritaria entre los católicos estadounidenses, aunque siga habiendo muchos católicos practicantes".

Además de esa caída, también el número de sacerdotes católicos se habría reducido de 59.000 a unos 35.000. Situación similar con las religiosas, cuyo número sería inferior "y con un alto grado de envejecimiento promedio".

Los datos no son optimistas
Los autores reconocen que "los datos de Estados Unidos sobre católicos practicantes, o indicadores indirectos como el desplome de la fecundidad en toda América, no inviten tampoco al optimismo".

Inclusive, al abordar el caso de Asia detallan que, si bien hay "un gran número de católicos, son un porcentaje muy pequeño de la población total del mayor de los continentes", y su crecimiento es en realidad "moderado".

Destaca, en cambio la acción social y humanitaria, que logra congregar a religiosos, laicos católicos practicantes, católicos no practicantes, "así como personas sin fe, pero con un profundo sentido solidario y un firme compromiso con la ayuda al prójimo necesitado".

Pero solo una parte bastante minoritaria de los bautizados que hay en España y Europa son católicos practicantes, aunque matiza que "muchos de ellos sigan siendo cristianos simpatizantes, además de culturales. Y tienden a ser menos cada año".

En paralelo a la baja asistencia a misa -aún muy numerosa en términos absolutos, pero escasa en porcentaje de la población y mucho menor que en el pasado-, el desplome de la nupcialidad por la Iglesia o de la natalidad son indicadores claros y profundos de pérdida de religiosidad".

Desafíos por solucionar
Los expertos estiman que la resolución de estos desafíos "resulta no solo deseable para los propios católicos, sino también beneficiosa para el conjunto de la sociedad, habida cuenta del papel constructivo que desempeña en múltiples ámbitos sociales".

Y con base en los siglos de historia de la Iglesia, que "ha afrontado situaciones de extrema complejidad" confía en que actuará sabiamente para revertir la tendencia.

El informe completo se puede leer aquí.+