San Cayetano, el amigo del pueblo: miles de argentinos celebraron al patrono del pan y el trabajo
- 8 de agosto, 2025
- Buenos Aires (AICA)
Como cada 7 de agosto, fieles de todo el país se reunieron en capillas, parroquias y santuarios para honrar su figura, profundamente arraigada en la devoción popular.

Como cada año, este 7 de agosto miles de argentinos celebraron a san Cayetano en santuarios, parroquias, capillas o ermitas de los barrios. El patrono de la Paz, del Pan y del Trabajo se ha ganado un lugar en el corazón de nuestro pueblo.
Su imagen más antigua se encuentra en la Santa Casa de Ejercicios Espirituales erigida en Buenos Aires por santa María Antonia de Paz y Figueroa, Mama Antula, quien tenía una gran devoción por san Cayetano. Así nació la devoción argentina por este santo. Une dos cosas que son inseparables en la experiencia cristiana: el encuentro con Cristo y la solidaridad con los demás.
En Catamarca, cientos de fieles y devotos vivieron el cierre de festividades en honor de San Cayetano en la capilla que lo tiene como patrono, ubicada en la zona sur de la capital provincial, jurisdicción de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús. En su homilía, monseñor Luis Urbanc se refirió a San Cayetano como "un santo que caló profundamente en la devoción de nuestro pueblo, de nuestros creyentes, sobre todo acá en la Argentina, con esta particularidad que lo llamamos el santo del pan y del trabajo. Le vamos a pedir entonces a él que nos ayude a trabajar por el pan de cada día".
Como cada 7 de agosto, la comunidad católica de Posadas celebró a San Cayetano. Desde las primeras horas del día, cientos de fieles se acercaron a la parroquia que lleva su nombre para agradecer y pedir por trabajo, pan y paz. La misa central fue presidida por el obispo, monseñor Rubén Martínez, quien centró su mensaje en la urgencia de construir un país sobre la base del trabajo digno y la inclusión social. El obispo también fue contundente al advertir que ningún modelo económico será verdaderamente exitoso si no incluye a todos los sectores de la sociedad. "Lo que se construye siempre tiene que ser en función de la persona y de su dignidad", remarcó.
Monseñor Adolfo Uriona FDP, por su parte, presidió la celebración de San Cayetano en el santuario
de Barrio Bimaco, en Río Cuarto, donde reflexionó sobre el compromiso social que
implica la devoción al santo del pan y del trabajo. "San Cayetano vivió
este mensaje de manera radical. Él no solo rezaba por los pobres, sino que se
hizo pobre entre los pobres. Él no solo pedía a Dios por el trabajo de sus
hermanos, sino que se arremangaba para ayudar a encontrarlo", destacó.
"San Cayetano es el amigo del pueblo", destacó el obispo de Rafaela, monseñor Pedro Torres en la homilía durante la misa celebrada en el templo del barrio Amancay, que incluyó una procesión alrededor de la plaza de la Bandera. "A san Cayetano le nació en el corazón un deseo de ser misionero y de atender a los más pobres", agregó.
El obispo de San Francisco, monseñor Sergio Buenanueva, señaló que "la súplica por el pan, el trabajo y la paz que miles de argentinos elevan hoy en su peregrinación a san Cayetano nos muestra de qué está hecho el corazón humano: sed de Dios y de fraternidad, de felicidad verdadera y de bienestar para todos".
Con la consigna "Con San Cayetano trabajemos con esperanza para un mundo más solidario", miles de peregrinos se acercaron a pedir y agradecer al santo patrono del Pan y del Trabajo en los santuarios de Berazategui, Florencio Varela y Quilmes Oeste, donde se ofrecieron misas durante todo el día. El obispo, monseñor Carlos Tissera pidió inclusión social y justicia: "Quizás muchos estén mirando los números de la macroeconomía de la Argentina, pero ¿a qué precio? Cerrarán los números, pero sin inclusión social. Vale decir, sin justicia social. Y sin justicia no hay verdadera paz".
"Lamentablemente en muchos hogares falta el pan, porque la pobreza pega duro en muchos hogares argentinos y de nuestra ciudad. Una pobreza que deja a mucha gente con las manos vacías, es muy triste llegar a casa y que tus hijos te pregunten ¿qué comemos hoy? El pan es signo de comunión, a nadie le debe faltar el pan en la mesa y tenemos que dar una mano al que lo necesita, compartiendo el pan", sostuvo el obispo de Mar del Plata, monseñor Ernesto Giobando SJ.
El obispo de Goya, monseñor Adolfo Canecin, acompañó a la comunidad del paraje Laguna Sirena, ubicado en la zona rural del departamento de Lavalle, en jurisdicción de Yataití Calle, donde centenares de fieles se acercaron a la pequeña capilla de San Cayetano. El lema propuesto para este año fue "Con San Cayetano, peregrinos de esperanza". El obispo encabezó la procesión y la misa central, junto al párroco Andrés Solís, luego compartió el almuerzo comunitario, un asado criollo, con los pobladores del lugar. En su homilía, destacó que "Peregrinos de la esperanza" es el lema del Jubileo 2025; y que en este "año jubilar se trata de un tiempo de reflexión, reconciliación y conversión".
En Concordia, una multitudinaria peregrinación partió desde la capilla Stella Maris en el barrio Nébel rumbo a la parroquia San Cayetano en Villa Zorraquin, para participar de la primera misa de la festividad a la hora cero. La misma fue presidida por el obispo, monseñor Gustavo Zurbriggen y concelebrada por el párroco, presbítero Ramón Galarza. Acompañaron los sacerdotes Gustavo Muchiutti, José Luis Bogado, Fabricio Ponce y Pablo Méndez. "San Cayetano concédenos el pan de la Esperanza" fue el lema que animó toda la novena de preparación y las cuatro misas oficiadas durante la jornada.
En el día del patrono de la paz, el pan y el trabajo, el obispo de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Lugones SJ, presidió la misa de San Cayetano en la capilla del Barrio Siglo XX, en El Jaguel. Por su parte, el obispo auxiliar, monseñor Fernando Rodríguez, hizo lo propio en el santuario de Burzaco, la única parroquia de la Iglesia diocesana bajo esta advocación. En su homilía, monseñor Rodríguez destacó el crecimiento de la devoción al santo, "con el corazón puesto en Dios y con el corazón puesto en nuestros hermanos". "Este gesto de acercar nuestras manos, es también un gesto de ofrecernos a Dios, ofrecerle nuestras manos para que, a través de nuestras manos, Dios renueve la esperanza en nuestro pueblo", sostuvo.
Desde muy temprano, a pesar del clima invernal, una gran cantidad de fieles de San Rafael se acercaron a la capilla San Cayetano, ubicada en calle Rawson al 2100, para agradecer, rezar y pedir por empleo y unidad familiar. El presbítero Gabriel Zapata, a cargo de la capilla, sostuvo que cada año "la gente especialmente se acuerda del santo patrono, del pan, del trabajo y del abandono en la Divina Providencia". Y agregó: "Necesitamos tener ese espíritu de fe, saber que a pesar de las dificultades estamos en manos de Dios, que son las mejores manos".+