Los obispos franceses visitan Tierra Santa para rezar por la paz
- 14 de agosto, 2025
- París (Francia) (AICA)
La presidencia del episcopado visitará Tierra Santa del 16 al 20 de agosto. Con motivo de la Asunción de la Virgen María, lanzaron una Jornada de oración por la paz en el mundo.

La presidencia de la Conferencia Episcopal Francesa visitará Tierra Santa del 16 al 20 de agosto y organizó una jornada de oración por el "respeto a la vida y a la paz en el mundo" en la solemnidad de la Asunción de María.
Según un comunicado publicado en el sitio web de la Conferencia Episcopal Francesa (CEF), los obispos piden a las comunidades que se reúnen para celebrar la Asunción de María el 15 de agosto que unan "sus oraciones por el respeto a la vida y la paz en el mundo", para luego viajar a Tierra Santa.
Del 16 al 20 de agosto, la presidencia de la CEF decidió visitar Tierra Santa para expresar el apoyo de nuestra Iglesia no solo a las comunidades cristianas, sino también a todos los defensores de la paz, independientemente de sus convicciones o religiones, en un período extremadamente doloroso e incierto, marcado por la terrible tragedia humanitaria en Gaza y la interminable espera de la liberación de los rehenes israelíes, afirma el comunicado.
Los obispos que presiden la Conferencia Episcopal, esperan que el "primer gesto" del mandato que se les ha confiado sea "visitar la Iglesia que vive en Jerusalén y en toda la región", sumándose a los esfuerzos que "desarrolla con hombres y mujeres de buena voluntad, para asegurar que los habitantes de esta tierra, especialmente los más pobres, reciban el apoyo material y espiritual que necesitan".
La declaración está firmada por el presidente de la Conferencia Episcopal Francesa, el cardenal Jean-Marc Aveline, arzobispo de Marsella, y por los vicepresidentes, monseñor Vincent Jordy, arzobispo de Tours, y monseñor Benoit Bertrand, obispo de Pontoise, que confían "esta peregrinación de esperanza a las oraciones de todos".
Situación de la Iglesia en Francia
La presidencia de CEF se refiere a continuación a la situación eclesiástica actual en el país, "muy intensa" en las últimas semanas, evocando el "camino de verdad" que ha recorrido la Iglesia en los últimos años respecto a la "dolorosa cuestión de los abusos cometidos en su seno".
Es fundamental continuar esta labor en todos los ámbitos de la vida eclesial. Poco a poco, estamos aprendiendo a mirar estos hechos, ante todo, desde la perspectiva de las personas que fueron víctimas y que sufren las consecuencias a lo largo de sus vidas, afirma el documento.
Según el comunicado, lo que está en juego es un "cambio de perspectiva", que los obispos dicen estar "decididos a perseguir".
En este contexto, los obispos informan que han iniciado un "diálogo constructivo con monseñor Guy Kerimel, arzobispo de Toulouse, invitándole a reconsiderar la decisión que tomó respecto al nombramiento del canciller de su diócesis".
Monseñor Guy Kerimel nombró al padre Dominique Spina, condenado por violación en 2006, canciller de la diócesis de Toulouse, justificando su elección en un comunicado publicado en el sitio web diocesano, haciendo referencia a la necesidad de "tener piedad de un sacerdote que pecó gravemente hace treinta años".
En el caso del padre Dominique Spina, se reconoció a la víctima, se hizo justicia, se denunció el delito y el padre Spina cumplió cuatro años de prisión. Tanto la sociedad como la Iglesia deben desear y garantizar la reintegración segura de los condenados, declaró el obispo Guy Kerimel.
La presidencia de los obispos franceses, por su parte, advierte de la importancia canónica y simbólica del cargo de canciller en una diócesis y del riesgo, en este caso, de "reavivar heridas".
"Un nombramiento de esta magnitud, tanto canónica como simbólica, no puede sino reavivar heridas, suscitar sospechas y confundir al pueblo de Dios", concluye el comunicado de la presidencia de la CEF.+