Cientos de fieles peregrinaron al santuario de Santa María del Yguazú

  • 18 de agosto, 2025
  • Puerto Iguazú (Misiones) (AICA)
Esta popular manifestación de fe y devoción mariana se desarrolló con el lema "Con María, peregrinos de la Esperanza". El obispo, Mons. Nicolás Baisi, presidió la misa en el santuario.

En el marco del Año Santo convocado por la Iglesia y de la solemnidad de la Asunción de María, cientos de fieles de la diócesis de Puerto Iguazú participaron de la  38ª Peregrinación a Santa María del Yguazú, que este año se realizó con el lema, "Con María, peregrinos de Esperanza". 

En la noche del viernes 15, jóvenes, familias, adultos y niños partieron desde la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, en Puerto Libertad, para recorrer 42 kilómetros hasta el santuario de la Virgen del Yguazú.

Tras una noche de peregrinación marcada por cantos y oraciones, los fieles llegaron al santuario en la madrugada. Las celebraciones comenzaron a las 4 con las primeras misas, y a las 10 se celebró la Eucaristía central, presidida por el obispo diocesano, monseñor Nicolás Baisi y concelebrada por sacerdotes.


En la homilía, el prelado recordó que "siempre nos llena de alegría venir a la casa de nuestra madre, a nuestro santuario diocesano, el lugar donde nos encontramos con María, nos encontramos también con nuestros hermanos, nos encontramos como Iglesia diocesana, con miembros de nuestras parroquias, de las nuestras, de las otras, con todo el pueblo de Dios, diríamos, reunidos alrededor de Cristo en la casa de María". 

"Es un momento siempre de gran alegría y por eso venimos año tras año, por eso caminamos, por eso nos esforzamos, por eso dejamos tantas cosas, porque nos trae una gran alegría venir y estar con María y con Jesús, y con aquellos que aman a María y aman a Jesús", continuó.

Monseñor Baisi manifestó que "este Año Jubilar de la Esperanza, además todavía la gran alegría de que reflexionamos de un modo especial sobre nuestra esperanza, sobre el reino de los cielos, aquello que esperamos, el reino de Dios, que nos atrae, que nos lleva, que impulsa, que guía nuestro camino, que es el fin de nuestra existencia, que da sentido a cada una de las obras que realizamos".

"Entonces -dijo- celebrar este año esta fiesta de la Asunción de la Virgen, la Virgen María que es llevada por Dios en cuerpo y alma a su casa, a la casa de Dios, el cielo. Decimos el cielo para decir el lugar de Dios, la plenitud máxima. Dios la ha llevado consigo, la ha elevado toda ella, no simplemente su espíritu, sino su espíritu y su cuerpo, toda. Y eso nos muestra también nuestro modo de vivir y nuestro modo de alegrarnos plenamente todos nosotros". 


Subrayó que "la vida cristiana es una vida de seguimiento de Jesús. Y Jesús es Dios eterno, infinito, que no se puede ver, que se hizo hombre, visible, temporal, que se hizo como nosotros. Entonces podemos verlo, tocarlo, seguirlo, acompañarlo".

Finalmente, monseñor Baisi animó a "pedirle que nuestra vida diocesana en manos de la Virgen crezca cada día más, que las comunidades parroquiales que se van desarrollando, las capillas que van avanzando, que van evangelizando, las misiones que se van realizando, que el Señor nos muestre su camino, que el Señor nos muestre su amor, que podamos alegrarnos en su amor en esta vida y en toda la eternidad".

La caminata hacia el santuario se consolidó una vez más como un encuentro comunitario que reunió a parroquias, capillas y movimientos, mostrando que la fe sigue siendo motor de unidad y alegría para la diócesis. Además, este año se dio inicio a la bici peregrinación y también de modo particular se realizó una gran peña extendiendo así el clima festivo hasta la tarde.+