El Vaticano alertó sobre la amenaza nuclear creciente
- 5 de septiembre, 2025
- Nueva York (Naciones Unidas) (AICA)
El Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, monseñor Gabriele Caccia, advirtió sobre un retroceso en la política de desarme.

El Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, el arzobispo Gabriele Caccia, advirtió sobre un retroceso en la política de desarme. En su intervención, este jueves, ante la Asamblea General de la ONU en Nueva York, declaró que el mundo está experimentando un resurgimiento de la retórica nuclear agresiva y un aumento del gasto militar.
Monseñor Caccia recordó la primera prueba de armas nucleares, el 16 de julio de 1945, y las más de dos mil pruebas realizadas desde entonces. "Estas pruebas -dijo- afectaron especialmente a los pueblos indígenas, las mujeres, los niños y los no nacidos. Muchos siguen sufriendo en silencio y sin compensación".
El representante del Vaticano señaló que "el Día Internacional contra los Ensayos Nucleares, que se celebra el 29 de agosto, no solo debe servir como conmemoración, sino también como recordatorio de la responsabilidad compartida de no repetir los horrores del pasado".
Monseñor Caccia citó al papa León XIV cuando advierte que "nunca debemos acostumbrarnos a la guerra" y añadió: "Debemos rechazar con firmeza la tentación de depositar nuestra confianza en armas poderosas y sofisticadas".
¿Más armas, menos educación?
El arzobispo criticó especialmente el aumento del gasto militar por parte de los Estados, mientras que la inversión en desarrollo humano disminuye.
"En lugar de avanzar hacia el desarme y una cultura de paz, presenciamos un resurgimiento de la retórica nuclear agresiva, el desarrollo de armas cada vez más destructivas y un aumento significativo del gasto militar, a menudo en detrimento de la inversión en desarrollo humano integral y la promoción del bien común", declaró el Observador Permanente.
En cambio, enfatizó que "es necesario superar el miedo y centrarse en el diálogo multilateral y la implementación de los tratados vigentes".
El arzobispo pidió apoyo a las comunidades que siguen sufriendo las consecuencias a largo plazo de los ensayos nucleares y el aumento de armamentos y reiteró el apoyo de la Santa Sede a la entrada en vigor del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (TPCE) y del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPNW).
También instó al fortalecimiento del sistema internacional de vigilancia, "un paso crucial hacia una paz genuina y duradera", concluyó.+