Mons. Ojea: 'El Señor pide que se haga su voluntad'

El obispo emérito de San Isidro compartió su reflexión pastoral, centrándose en la importancia de "orar sin desfallecer", ya que "la oración de súplica debe ser perseverante y humilde".

El obispo emérito de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, compartió su reflexión pastoral para el vigésimo noveno domingo del tiempo durante el año, centrada en la importancia de "orar sin desfallecer."

Inspirado en la parábola de la viuda insistente frente al juez injusto, el prelado destacó que la oración de súplica "debe ser perseverante y humilde".

Recordó que, en tiempos de Jesús, una viuda no tenía derechos sociales ni recursos económicos, por lo que su única herramienta era la palabra y la insistencia.

"El Señor pone este ejemplo para mostrarnos que, si hasta un juez corrupto cede ante la insistencia, cuánto más nuestro Padre escuchará nuestras súplicas", señaló.

Pedir con humildad
Monseñor Ojea subrayó que pedir con humildad implica "reconocer nuestra necesidad de Dios y superar el orgullo o la autosuficiencia".

"Nos cuesta pedir porque toca nuestro orgullo. Pedir supone sentirse necesitado y dependiente de otro", afirmó.

Según explicó, "incluso cuando no obtenemos lo que pedimos, Dios escucha y actúa para nuestro bien, fortaleciendo nuestra fe a través de la perseverancia y la confianza".

Finalmente, monseñor Ojea se refirió con emoción a la reciente peregrinación a Luján, que definió como un "auténtico espacio de súplica y esperanza del pueblo argentino".

"En medio de tantas necesidades y problemas, se manifestó una fe viva y una confianza profunda en Dios", manifestó, ocasión en la que invitó a los fieles a mantener viva la insistencia en la oración y la plegaria, con humildad y esperanza, convencidos de que el Señor siempre escucha.+