Brasil: el arzobispo de Río de Janeiro instó a la paz tras el operativo policial

  • 29 de octubre, 2025
  • Río de Janeiro (Brasil) (AICA)
El Card. Orani João Tempesta llamó a la reconciliación y a la oración, tras el operativo a gran escala contra una banda de narcotraficantes, que dejó más de un centenar de muertos.

El arzobispo de San Sebastián de Río de Janeiro (Brasil), cardenal Orani João Tempesta, emitió un comunicado sobre los recientes acontecimientos en la ciudad. "Ante esta dolorosa realidad, como pastor de esta Iglesia, no puedo dejar de expresar mi pesar por tanto sufrimiento y reafirmar que la vida y la dignidad humana son valores absolutos", expresó.

Un suceso sin precedentes sacudió Río de Janeiro este martes. Un gran operativo, en el que participaron todas las fuerzas de seguridad de la ciudad, resultó en la detención de más de 80 presuntos miembros del CV (Comando Vermelho) y, según la información más reciente, en la muerte de más de 120 personas.

Durante un operativo en los complejos de Alemão y Penha, varias personas perdieron la vida, entre ellas cuatro policías (dos militares y dos civiles), según la Policía Civil. De acuerdo con informes de la prensa local, otras nueve personas resultaron heridas de bala, incluyendo tres residentes y seis agentes (cuatro civiles y dos militares). Entre los fallecidos se encuentran líderes de la facción provenientes de otros estados que se refugiaban en la región.

El operativo movilizó a 2.500 efectivos de la policía militar y civil para ejecutar órdenes de allanamiento en dos complejos de la capital, Río de Janeiro. Según la prensa, el operativo es el resultado de una investigación de un año de duración, en la que también participó la Fiscalía de Río de Janeiro, con el objetivo de desarticular a los dirigentes del CV.

Comunicado del arzobispo
"Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios" (Mt 5,9)

Amados hermanos y hermanas en Cristo: Hoy vivimos un día muy difícil en Río de Janeiro. Con profundo dolor, seguimos los trágicos sucesos de hoy, en los que se han perdido tantas vidas. La violencia y el miedo han herido el corazón de nuestra ciudad y han arrebatado la paz a muchos hogares. Ante esta dolorosa realidad, como pastor de esta iglesia, no puedo dejar de expresar mi pesar por tanto sufrimiento y reafirmar que la vida y la dignidad humana son valores absolutos. La vida humana es un don sagrado de Dios y siempre debe ser defendida y preservada.

Deseo ofrecer mis oraciones y más sentido pésame a las familias que lloran la pérdida de sus seres queridos. Que Cristo, Príncipe de la Paz, envuelva con su ternura cada corazón afligido, restaure la esperanza y haga brotar, incluso en medio del dolor, la certeza de que el amor es más fuerte que la muerte. Que transforme el dolor en fe y la añoranza en semillas de nueva vida.

Como discípulos de Cristo, estamos llamados a construir la paz, a vencer el odio, la venganza y la indiferencia que corroen el tejido social. Es urgente que unamos nuestras fuerzas por la reconciliación, el respeto mutuo y, sobre todo, por la protección de la vida, la promoción de la justicia y la construcción de una sociedad pacífica que promueva la dignidad de toda persona, especialmente de las más pobres y vulnerables.

Aun ante el caos, creo firmemente que el amor y la bondad son más fuertes que cualquier violencia. Les pido a todos que sean instrumentos de esta paz. No podemos alimentar el odio ni responder con indiferencia. Río de Janeiro nació con vocación de alegría y hospitalidad. Que con fe y perseverancia podamos devolver a nuestra ciudad el brillo de la paz y la fuerza de la fraternidad. Y, como dice el himno de nuestra ciudad: "Que Dios te cubra de felicidad - Nido de sueños y luz'".

Invito a todos a perseverar en la oración y en la construcción de la paz. Que nuestras palabras y acciones sean semillas de reconciliación, y que cada gesto de amor sea un paso hacia una ciudad más fraterna y justa. Que el Señor de la vida transforme nuestros corazones, sane las heridas de la violencia y nos haga instrumentos de su paz. Que María, Reina de la Paz, interceda por nuestra ciudad, por nuestras autoridades y por todas las familias afectadas por la tragedia de hoy.

Invoco la bendición de Dios sobre todos, como signo de esperanza y consuelo en este momento de dolor.+