Mons. Ojea: 'La fe nos da el sentido de la vida'

"La fe también permite entender la muerte no como un final, sino como un tránsito hacia la plenitud", manifestó el obispo emérito de San Isidro en su reflexión dominical.

En su mensaje dominical, que coincidió con la Conmemoración de los Fieles Difuntos, el obispo emérito de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, invitó a los fieles a mirar la muerte con esperanza y a vivirla como un nuevo nacimiento. "Nuestra vida transcurre entre dos partos y entre dos partidas", expresó, al explicar que el nacimiento y la muerte son momentos de paso hacia etapas distintas de una misma existencia guiada por Dios.

Destacó que, al igual que al nacer "dejamos una vida cómoda para comenzar una aventura nueva, en la muerte también partimos hacia una vida diferente, sostenidos por la promesa de Cristo: 'Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá"'. En ese sentido, afirmó que la fe otorga el verdadero sentido de la vida y permite entender la muerte no como un final, sino como un tránsito hacia la plenitud.

El prelado recordó la importancia de mantener viva la memoria de los difuntos, quienes han dejado huellas profundas en el corazón y transmitido la fe. "Los cristianos no olvidamos nuestras raíces", subrayó, al tiempo que definió al pueblo de Dios como "una caravana de esperanza que avanza unida hacia el encuentro eterno". "Algunos parten antes que nosotros, pero nuestra meta es el abrazo definitivo en la patria del cielo", agregó.

Finalmente, monseñor Ojea señaló que la resurrección de Cristo "afirma el sentido de nuestra vida, porque nacimos para vivir siempre, para la eternidad y para ser cada día más felices". Invitó a los creyentes a "hacer cielo en la tierra" a través del amor y la comunión, y concluyó pidiendo a Dios "la alegría del reencuentro en la casa del Padre, donde ya no habrá pena ni dolor".+