Adicciones: el Papa alertó sobre el uso excesivo de internet en los jóvenes
- 7 de noviembre, 2025
- Ciudad del Vaticano (AICA)
En un videomensaje el pontífice propone un camino para combatir concretamente el fenómeno de la adicción y la tendencia de los jóvenes a "retraerse sobre sí mismos".
"Debemos comprometernos, de forma concertada, con una labor de prevención", invitó el papa León XIV en un videomensaje, difundido hoy, a la Séptima Conferencia Nacional sobre Adicciones de Italia, que se celebra en Roma.
En el mensaje, el Papa reconoció que, si bien las adicciones como las drogas y el alcohol siguen siendo las más prevalentes, han aparecido nuevas formas de adicción.
"El creciente uso de internet, ordenadores y teléfonos inteligentes no solo conlleva claros beneficios", afirmó, "sino también un uso excesivo, que a menudo desemboca en adicciones con consecuencias negativas para la salud".
El Papa lamentó que estos problemas a menudo estén "vinculados al juego y las apuestas compulsivas, a la pornografía" y a "la presencia casi constante en las plataformas del mundo digital".
En estos casos, dijo, "el objeto de la adicción se convierte así en una obsesión, que condiciona el comportamiento y la existencia diaria".
Síntomas de angustia mental o interna
Estos fenómenos, reflexionó el Papa, son a menudo "síntoma de una angustia mental o interior del individuo y de una decadencia social en los valores y los puntos de referencia positivos", particularmente entre los adolescentes y los jóvenes, que "buscan sentido a la existencia" y "a las decisiones que conciernen al futuro".
"El aumento del mercado y del consumo de drogas, el recurso a las ganancias fáciles a través de las máquinas tragamonedas, la dependencia de internet -que también incluye contenido dañino- demuestran que vivimos en un mundo sin esperanza, donde faltan propuestas humanas y espirituales vigorosas", dijo.

En consecuencia, el Papa León advirtió que muchos jóvenes "piensan que todos los comportamientos son equivalentes", ya que a menudo no pueden distinguirlos adecuadamente, lo que hace aún más valiosos los esfuerzos de los padres y de las diversas agencias educativas, como escuelas, parroquias y centros juveniles.
Según explicó, estas instituciones "buscan inculcar e inspirar en las generaciones más jóvenes valores espirituales y morales, para que puedan comportarse como personas responsables".
Profunda sed de vida
El Papa prosiguió diciendo que los adolescentes y jóvenes "necesitan formar su conciencia, desarrollar su vida interior y establecer relaciones positivas con sus iguales y un diálogo constructivo con los adultos, para convertirse en arquitectos libres y responsables de su propia existencia".
El temor al futuro y al compromiso en la vida adulta, señaló León XIV, hace que los jóvenes sean especialmente "frágiles" y alimenta su "tendencia a replegarse sobre sí mismos".
"Las instituciones del Estado, las asociaciones de voluntarios, la Iglesia y la sociedad en su conjunto", insistió el Papa, "están llamadas a percibir en estos jóvenes una súplica de ayuda y una profunda sed de vida, para ofrecerles una presencia atenta y de apoyo que los invite al esfuerzo intelectual y moral, y que les ayude a forjar su voluntad".

Por lo tanto, exhortó, "se trata de comprometernos cada vez más, y de manera concertada, con una labor de prevención", que "se traduce en la intervención de la comunidad en su conjunto".
En el "marco de una política para la prevención del sufrimiento juvenil", el Papa pidió aumentar "la autoestima de las nuevas generaciones, para contrarrestar la sensación de inseguridad e inestabilidad emocional fomentada tanto por las presiones sociales como por la propia naturaleza de la etapa adolescente".
Propuestas concretas para una nueva cultura de solidaridad
El camino para prevenir las adicciones, dijo el Papa, incluye oportunidades de empleo, educación, deporte, vida sana y la dimensión espiritual de la existencia.
El Santo Padre concluyó su videomensaje animando a todos los participantes en la conferencia a que esbozaran propuestas concretas destinadas a promover "una cultura de solidaridad y subsidiariedad".
Esta cultura de la salud, dijo, debe oponerse "al egoísmo y a las lógicas utilitaristas y económicas", y más bien debe estar "dirigida hacia los demás, a través de la escucha, en un viaje de encuentro y relación con el prójimo, especialmente cuando este se encuentra en su estado más vulnerable y frágil".+