La gratitud y las esperanzas de los cristianos de Tierra Santa

  • 19 de febrero, 2013
  • Jerusalén (Tierra Santa)
Los Ordinarios católicos de Tierra Santa, encabezados por el presidente Fouad Twal (patriarca latino de Jerusalén), en un mensaje dirigido a Benedicto XVI en nombre de todo el pueblo de Israel, Palestina, Jordania y Chipre, y en compañía de todos los creyentes que viven en esta región: judíos, cristianos, musulmanes, drusos, recordaron al Papa como hombre de Paz, y señalaron "como Jesús en el Getsemaní: hágase la voluntad del Padre".
Los Ordinarios católicos de Tierra Santa, encabezados por el presidente Fouad Twal (patriarca latino de Jerusalén), en un mensaje dirigido a Benedicto XVI en nombre de todo el pueblo de Israel, Palestina, Jordania y Chipre, y en compañía de todos los creyentes que viven en esta región: judíos, cristianos, musulmanes, drusos, recordaron al Papa como hombre de Paz, y señalaron "como Jesús en el Getsemaní: hágase la voluntad del Padre". Todos los cristianos, sean católicos, ortodoxos, anglicanos, protestantes o, sobre todo, los fieles de nuestras diócesis y eparquías expresan con el corazón su agradecimiento, según se lee en el mensaje, que recuerda las dos visitas del Papa (mayo de 2009 y junio de 2010) y la exhortación apostólica "Ecclesia in Medio Oriente", resultado del Sínodo sobre el Medio Oriente que se llevó a cabo en Roma en el otoño de ese mismo año. En aquella ocasión, recuerda el mensaje, "pediste a todos que no tuviéramos miedo de caminar en libertad y en verdad por senderos difíciles y que atravesáramos la puerta estrecha que conduce a una cultura de paz, basada en gestos reales de perdón recíproco y reconciliación de los corazones". "En compañía de nuestros fieles, estamos llenos de gratitud porque nos has animado para ser las llamas encendidas que iluminan el Cenáculo y los lugares santos cristianos, y para construir un puente de diálogo y de colaboración constructiva". Los Ordinarios de Tierra Santa indicaron que será difícil olvidar la fe genuina de Benedicto XVI, su "sentire cum Ecclesia", su sentido del deber en la absoluta fidelidad y en la dedicación, su ejemplo de honestidad intelectual, de sencillez y de profunda humildad. A la luz de los últimos sucesos, suenan como una invitación a la esperanza las palabras de la Exhortación apostólica de 2010: "El Sucesor de Pedro, que soy yo, no olvida las tribulaciones y los sufrimientos de los fieles de Cristo y, sobre todo, de los que viven en el Medio Oriente".+