Viernes 29 de marzo de 2024

Card. Poli: "Cristo está en nuestros barrios, Él viene siempre y se queda"

  • 3 de diciembre, 2019
  • Buenos Aires (AICA)
Misa inagural del Año Jubilar por los 400 años de su creación
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La arquidiócesis de Buenos Aires dio inicio el sábado 30 de noviembre al Año Jubilar por los 400 años de su creación. La misa inaugural fue en la parroquia Nuestra Señora de Buenos Aires y estuvo presidida por el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Mario Aurelio Poli. “Cristo está en nuestros barrios, Él viene siempre y se queda”, afirmó en su homilía.



La Eucaristía estuvo concelebrada por los obispos auxiliares de Buenos Aires, monseñor Enrique Eguía Seguí y monseñor José María Baliña, y sacerdotes del clero arquidiocesano. La celebración comenzó en el atrio con el encuentro de las imágenes de los patronos de la arquidiócesis: Nuestra Señora de Buenos Aires y San Martín de Tours.



En su homilía, el cardenal Poli recordó que “el Adviento no cierra ninguna puerta: las abre todas, y para todos. Por eso lo atraviesa la alegría, la paz y una esperanza que descansa en una promesa que no defrauda”.



Refiriéndose al Evangelio de San Mateo, señaló que “comienza diciendo que Dios está en camino hacia nosotros, y para que su visita no nos tome adormecidos por las atracciones de este mundo, insiste en que despertemos del sueño y de nuestras indiferencias, exhortándonos a esperar al Señor, para que nos encuentre con el Evangelio en la mano, con fuego encendido en el corazón, y bien dispuestos al servicio para con nuestros hermanos”.



“La venida gloriosa del hijo del Hombre da lugar a la advertencia de que es necesario estar siempre preparados y con una actitud vigilante. La parábola que ilustra esta espera en el Evangelio, es la de un dueño de casa que vive la incertidumbre del momento en que se hará presente el ladrón: si no está atento y vigilante perderá todos sus bienes”, aseguró.

 















“Pero para el que está prevenido y se refugia en la oración confiada, la sorpresiva llegada del Señor a nuestras vidas no será motivo de temor, por el contrario, advierte el Señor, ‘cuando esto ocurra, levanten la cabeza porque les está por llegar la liberación’.”



“Con la renovada luz para el camino que hemos emprendido, en este nuevo Adviento renovamos nuestra convicción de que no hay realidad urbana, social, cultural, laboral o humana en general a las que el Evangelio no pueda acudir, acompañar, iluminar y redimir”, sostuvo.



“Bendecidos y agradecidos por pertenecer a una diócesis con una historia de Evangelización permanente de cuatro siglos de vida, y al iniciar este Año Jubilar para agradecer a Dios, al Dios fiel por su fidelidad, porque nos ha mantenido en una historia, ha querido permanecer con nosotros, queremos confirmarnos en el camino que hemos comenzado, poniendo a nuestra Iglesia particular de la Santísima Trinidad de Buenos Aires, y juntos, escuchando lo que el Espíritu le dice hoy a la Iglesia de Buenos Aires”, expresó el arzobispo. “Lo hacemos al inicio del Adviento, que no es un sínodo, pero digo yo que es lo que más se le parece, porque en uno y en otro hay una buena noticia para dar a conocer, y una Iglesia sinodal está mejor preparada para darla a conocer con toda su belleza y verdad”, consideró.



“La Buena Noticia: Cristo está en nuestros barrios, Él viene siempre y se queda. Y para que el Sínodo no pierda el entusiasmo de sus miembros y los deseos y sueños misioneros expresados por el papa Francisco en su magisterio, necesitamos escuchar la Palabra que nos advierte sobre la actitud vigilante ante un Cristo que siempre está presente en nuestros barrios, para que podamos reconocerlo en los pobres, los enfermos, los niños, adolescentes y jóvenes, como nos enseña también Francisco”, animó.+