Miércoles 24 de abril de 2024

Cristo molesta en un mundo que quiere vivir de espaldas a Dios

  • 27 de agosto, 2012
  • Santiago del Estero (AICA)
Monseñor Francisco Polti, obispo de Santiago del Estero, presidió el domingo 19 de agosto, una misa por el 50º aniversario de la parroquia Nuestra Señora del Valle, del barrio Huaico Hondo. El prelado señaló que "en esta época marcada por un fuerte individualismo, donde lo que importa es el propio bienestar, el bien de uno mismo, y no el bien común, debemos aprender de la Virgen la solicitud por los demás" y recordó que "el discípulo y apóstol de Jesucristo no se echa atrás, sino que persevera en la misión recibida, a pesar de la dificultad".
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Monseñor Francisco Polti, obispo de Santiago del Estero, presidió el domingo 19 de agosto, una misa por el 50º aniversario de la parroquia Nuestra Señora del Valle, del barrio Huaico Hondo.

En su homilía, el prelado dio gracias "por el 50º aniversario de esta querida parroquia de Nuestra Señora del Valle" y recordó la fundación de la parroquia por parte de monseñor Manuel Tato, y también la tarea que realizó monseñor Santiago Salazar.

El pastor santiagueño manifestó:"al celebrar el 50º aniversario de esta parroquia miramos y rezamos a Nuestra Señora del Valle. Al contemplar a la Virgen María se nos da otra gracia: la de poder ver en profundidad también nuestra vida, porque la existencia diaria, con sus problemas y sus esperanzas, recibe luz de la Madre de Dios".

"Como María ?afirmó- sabemos que aquel que vive el evangelio se sabe elegido por Dios y llamado por Jesús para seguirle, para ser enviado a anunciar la Buena Noticia y ser testigo de su amor".

Monseñor Polti señaló que "en esta época marcada por un fuerte individualismo, donde lo que importa es el propio bienestar, el bien de uno mismo, y no el bien común, debemos aprender de la Virgen la solicitud por los demás".

"Trabajemos para ser una comunidad abierta a la cultura de nuestro tiempo, que sea capaz de desarrollar instituciones educativas, recreativas, caritativas o del tipo que fuere, pero que se hace presente en medio del mundo para hablar a los hombres con obras y con palabras", resaltó.

El prelado advirtió que "la Verdad de Dios, manifestada en Cristo, molesta en un mundo que quiere vivir de espaldas a Dios" y añadió que "el discípulo y apóstol de Jesucristo no se echa atrás, sino que persevera en la misión recibida, a pesar de la dificultad".

Como conclusión, monseñor Polti pidió: "Que María nos obtenga el don de saber amar como ella supo amar. Que unidos a Jesús en la Eucaristía, seamos como Nuestra Madre testigos suyos en el mundo, instrumentos de unidad, artífices de la paz y fermento de esperanza".+

Texto completo de la homilía