Miércoles 24 de abril de 2024

Diferentes credos, unidos por el cuidado de la casa común

  • 1 de septiembre, 2016
  • Buenos Aires (AICA)
"¿Reconocemos a la naturaleza como nuestro hogar? ¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo?", se preguntaron personas de diferentes credos, en el encuentro interreligioso que se desarrolló el jueves 1 de septiembre, en la parroquia San Ignacio de Loyola, en el marco de la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación.
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En el marco de la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, se realizó el jueves 1 de septiembre, un gesto interreligioso por el "cuidado de la ?casa común?.

"¿Reconocemos a la naturaleza como nuestro hogar? ¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo? ¿Ofrezco mis dones por el cuidado de la casa común?", se preguntó a quienes participaban del encuentro, llevado a cabo en la parroquia San Ignacio de Loyola (Bolívar 225), de la ciudad de Buenos Aires.

Estuvieron presentes representantes de un gran número de credos y los que participaron como oradores fueron: por el judaísmo, rabino Ernesto Víctor Yattah; por el patriarcado ecuménico de Constantinopla, doctor Elías Abramides; por el Islam, sheij Abdelnaby Elhefnawy; por el Consejo Cultural Indígena, Sisquito Flores; por la Iglesia Metodista, obispo Frank de Nully Brown; por la Iglesia Evangélica Luterana, pastor David Calvo y por la Iglesia Católica, monseñor Jorge Lugones SJ, obispo de Lomas de Zamora.

El ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, rabino Sergio Bergman, fue quien tuvo a su cargo las palabras iniciales del acto interreligioso y agradeció la presencia de los numerosos líderes y representantes de los diferentes credos.

Asimismo, reflexionando con el video del papa Francisco sobre su intención por el cuidado de la casa común, se llamó a dialogar con todos acerca de su cuidado. "Es una invitación a caminar cantando. Que nuestras luchas y nuestra preocupación por este planeta no nos quiten el gozo de la esperanza", pidieron.



También, frente al desafío de ser "protectores de la Tierra", convocaron a unirse para dar gracias, pedir perdón y ayuda. "Gracias por la bella Creación recibida, don y sustento? gracias por la casa común"; "perdón por los daños ocasionados al planeta, heridas producidas por nuestro comportamiento irresponsable"; y "ayuda para entender la raíz humana de la crisis ecológica", fueron algunas de las invocaciones.

Finalmente, luego de unas palabras de cada uno de los representantes -en las que primó un sentido de arrepentimiento por el descuido de nuestra casa común y un llamado a la acción a trabajar comprometidos con su protección- el encuentro concluyó acompañado por la música del grupo Filocalia que interpretó la Oración por la Paz, de San Francisco de Asís.

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El encuentro fue convocado por diferentes organismos como la Conferencia Episcopal Argentina, a través de la Comisión Nacional de Justicia y Paz, la Comisión Episcopal de Pastoral Social, el Departamento de Laicos, la Acción Católica Argentina, la Comisión Episcopal de Ecumenismo, Relaciones con el Judaísmo, el Islam y otras Religiones, junto a un gran grupo de organizaciones de distintos credos y de la sociedad civil.

La jornada fue instituida por el papa Francisco en 2015, para ofrecer "a cada creyente y a las comunidades una valiosa oportunidad de renovar la adhesión personal a la propia vocación de custodios de la creación, elevando a Dios una acción de gracias por la maravillosa obra que Él ha confiado a nuestro cuidado, invocando su ayuda para la protección de la creación y su misericordia por los pecados cometidos contra el mundo en el que vivimos."

En la carta en la que instituye la Jornada, el Santo Padre recuerda que "como cristianos, queremos ofrecer nuestra contribución para superar la crisis ecológica que está viviendo la humanidad. Para ello debemos ante todo extraer de nuestro rico patrimonio espiritual las motivaciones que alimentan la pasión por el cuidado de la creación, recordando siempre que, para los creyentes en Jesucristo, Verbo de Dios hecho hombre por nosotros, ?la espiritualidad no está desconectada del propio cuerpo, ni de la naturaleza o de las realidades de este mundo, sino que vive con ellas y en ellas, en comunión con todo lo que nos rodea?".

De hecho, subrayó, "vivir la vocación de ser protectores de la obra de Dios es parte esencial de una existencia virtuosa, no consiste en algo opcional ni en un aspecto secundario de la experiencia cristiana".+