Jueves 28 de marzo de 2024

"El aborto es un mal social que hay que evitar"

  • 8 de junio, 2018
  • Buenos Aires (AICA)
"Hay consenso en que el aborto es un mal social que hay que evitar. Sin embargo, en los países en que se ha liberalizado el aborto, estos han aumentado. En los Estados Unidos, en los primeros diez años, se triplicó, y la cifra se mantiene: la costumbre se instaló. Lo mismo sucedió en España. Lo dijo el presidente del Uruguay, Tabaré Vázquez, al fundamentar su veto a la ley de despenalización del aborto en el país oriental.
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En el debate efectuado en la Cámara de Diputados de la Nación con motivo de la propuesta ley de despenalización del aborto, varios expositores se refirieron a la actitud del presidente del Uruguay, doctor Tabaré Vázquez, y citaron algunos párrafos del texto con el que el político uruguayo fundamentó su veto a una ley similar votada por el parlamento oriental. Tabaré Vázquez, médico especialista en oncología y radioterapia, es agnóstico y socialista.

En su veto presidencial como jefe del Estado uruguayo, emitido el 13 de noviembre de 2008, Tabaré Vázquez formuló una serie de argumentos con consideraciones jurídicas, políticas, bioéticas y sociales, algunos de cuyos párrafos consignamos a continuación:

"Hay consenso en que el aborto es un mal social que hay que evitar. Sin embargo, en los países en que se ha liberalizado el aborto, estos han aumentado. En los Estados Unidos, en los primeros diez años, se triplicó, y la cifra se mantiene: la costumbre se instaló. Lo mismo sucedió en España.

"La legislación no puede desconocer la realidad de la existencia de vida humana en su etapa de gestación, tal como de manera evidente lo revela la ciencia. La biología ha evolucionado mucho. Descubrimientos revolucionarios, como la fecundación in vitro y el ADN, con la secuenciación del genoma humano, dejan en evidencia que desde el momento de la concepción hay allí una vida humana nueva, un nuevo ser.

"Tanto es así que en los modernos sistemas jurídicos -incluido el nuestro- el ADN se ha transformado en la "prueba reina" para determinar la identidad de las personas, independientemente de su edad, incluso en hipótesis de devastación, o sea cuando prácticamente ya no queda nada del ser humano, aun luego de mucho tiempo.

"El verdadero grado de civilización de una nación se mide por cómo se protege a los más necesitados. Por eso, se debe proteger más a los más débiles. Porque el criterio no es ya el valor del sujeto en función de los afectos que suscita en los demás, o de la utilidad que presta, sino el valor que resulta de su mera existencia.

"Esta ley afecta el orden constitucional y compromisos asumidos por nuestro país en tratados internacionales; entre otros, el Pacto de San José de Costa Rica y la Convención Sobre los Derechos del Niño.

"Si bien una ley puede ser derogada por otra ley, no sucede lo mismo con los tratados internacionales, que no pueden ser derogados por una ley interna posterior.

"Por otra parte, al regular la objeción de conciencia de manera deficiente, el proyecto aprobado genera una fuente de discriminación injusta hacia aquellos médicos que entienden que su conciencia les impide realizar abortos, y tampoco permite ejercer la libertad de conciencia de quien cambia de opinión y decide no realizarlos más.

Esta ley "también afecta a la libertad de empresa y de asociación, cuando impone a instituciones médicas con estatutos aprobados según nuestra legislación, y que vienen funcionando desde hace más de cien años en algún caso, a realizar abortos, contrariando expresamente sus principios fundamentales.

Además, "califica erróneamente y de manera forzada, contra el sentido común, el aborto como acto médico, desconociendo declaraciones internacionales como las de Helsinki y Tokio, que han sido asumidas en el ámbito del Mercosur, que vienen siendo objeto de internalización expresa en nuestro país desde 1996 y que son reflejo de los principios de la medicina hipocrática que caracterizan al médico por actuar a favor de la vida y de la integridad física.

"De acuerdo con la idiosincrasia de nuestro pueblo, es más adecuado buscar una solución basada en la solidaridad que permita promocionar a la mujer y a su criatura, otorgándole la libertad de poder optar por otras vías y, de esta forma, salvar a los dos.

"Existe un gran número de mujeres, particularmente de los sectores más carenciados, que soportan la carga del hogar solas. Para ello, hay que rodear a la mujer desamparada de la indispensable protección solidaria, en vez de facilitarle el aborto.+