Miércoles 24 de abril de 2024

El mensaje de Adviento es esperanzador en un mundo sumido en la discordia

  • 5 de diciembre, 2012
  • Azul (Buenos Aires) (AICA)
El obispo emérito de Viedma, monseñor Miguel Esteban Hesayne, destacó que "la presencia de Jesús es anunciada como quien viene a instaurar en un mundo conflictivo, injusto y violento, un mundo de justicia y paz. Los dos mundos en los que nos debatimos los cristianos". "Frente a un mundo sumido en la discordia y opresión de tal suerte que se ha dicho que el hombre es un lobo para con el hombre, se levanta la figura esperanzadora de la intervención de Dios que viene por medio de los profetas con anuncios esperanzadores y ahora por su propio Hijo que ha comenzado a instaurar una humanidad renovada, pacífica y fraterna", destacó en una reflexión de Adviento. El prelado sostuvo que el camino para transformar la sociedad "es el amor a Dios descubriendo su realidad de Padre y el amor projimal viendo en cada ser humano un hermano".
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El obispo emérito de Viedma, monseñor Miguel Esteban Hesayne, destacó que "la presencia de Jesús es anunciada como quien viene a instaurar en un mundo conflictivo, injusto y violento, un mundo de justicia y paz. Los dos mundos en los que nos debatimos los cristianos".

"Frente a un mundo sumido en la discordia y opresión de tal suerte que se ha dicho que el hombre es un lobo para con el hombre, se levanta la figura esperanzadora de la intervención de Dios que viene por medio de los profetas con anuncios esperanzadores y ahora por su propio Hijo que ha comenzado a instaurar una humanidad renovada, pacífica y fraterna", destacó en una reflexión de Adviento.

El prelado sostuvo que el camino para transformar la sociedad "es el amor a Dios descubriendo su realidad de Padre y el amor projimal viendo en cada ser humano un hermano".

En otra reflexión, monseñor Hesayne señaló que el tiempo litúrgico del Adviento es para "preparar la Navidad, cada año con mayor madurez espiritual, mediante una fe firme, alegre esperanza y diligente amor".

"El tiempo del Adviento nos tiene que ir programando para vivir en Dios, para Dios, con Dios, alabando, gozando la felicidad de la comunión trinitaria", subrayó.

Monseñor Hesayne insistió en que "el Adviento invita a pregustar la vida eterna en las vicisitudes y conflictos de la vida histórica de cada uno. Por eso es tiempo de alegre esperanza para quienes viven arraigados mediante la fe en Jesucristo el Señor que vino en Belén de Judá, naciendo de María de Nazaret, bajo el cuidado paternal de San José y vendrá en forma definitiva y gloriosa con majestad y poder".+

Textos completos de las reflexiones