Jueves 25 de abril de 2024

El Papa anima a los líderes religiosos a trabajar por la paz

  • 3 de agosto, 2012
  • Ciudad del Vaticano
A través del Secretario de Estado, cardenal Tarcisio Bertone, el Santo Padre envió un mensaje al venerable Kojun Handa, con ocasión del 25° aniversario del encuentro interreligioso de Hieizan en el Monte Hiei, cerca de Kyoto, donde se levanta un monasterio budista tendai. El Papa saludó con alegría y amistad a estos líderes religiosos reunidos en el espíritu del histórico encuentro de Asís promovido por el beato Juan Pablo II en 1986. Benedicto XVI afirma que "gracias a sus esfuerzos la cumbre del Monte Hiei se ha convertido en un gran acontecimiento anual que contribuye eficazmente al diálogo entre personas de convicciones diversas".
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A través del Secretario de Estado, cardenal Tarcisio Bertone, el Santo Padre envió un mensaje al venerable Kojun Handa, con ocasión del 25° aniversario del encuentro interreligioso de Hieizan en el Monte Hiei, cerca de Kyoto, donde se levanta un monasterio budista tendai.

El mensaje lo leyó esta mañana monseñor Pier Luigi Celata, secretario emérito del Consejo Pontificio para el diálogo interreligioso, durante la oración por la paz en el mundo. Monseñor Celata se encuentra de visita en Japón, desde el pasado 31 de julio y hasta el próximo 11 de agosto.

El Papa saludó con alegría y amistad a estos líderes religiosos reunidos en el espíritu del histórico encuentro de Asís promovido por el Beato Juan Pablo II en 1986. Benedicto XVI afirma que "gracias a sus esfuerzos la cumbre del Monte Hiei se ha convertido en gran evento anual que contribuye eficazmente al diálogo entre personas de convicciones diversas" y manifiesta su esperanza de que los trabajos de esta reunión, así como el congreso organizado para estudiar la respuesta de los líderes religiosos sobre los desastres naturales, "conduzcan a una mayor solidaridad y ayuda recíproca".

"Según la perspectiva cristiana ?se lee también en el mensaje? el amor dado a quienes sufren es un reflejo de la caridad de Dios que habiendo amado tanto al mundo envió a su Hijo Unigénito, Jesucristo".

El Papa dirigió también su pensamiento al terremoto y al tsunami que afectaron el año pasado el noreste de Japón con "consecuencias devastadoras para toda la nación". Y subrayó que, sin embargo, fue "un aliciente" notar "el papel eficaz de los jefes religiosos al ofrecer esperanza y apoyo, consejo y consuelo, a todos los que sufren.

Este "trágico episodio ?concluyó el Papa? mostró también que personas con convicciones diversas pueden cooperar entre sí por el bien de la humanidad".+