Viernes 29 de marzo de 2024

El Papa a la CAL: El Espíritu no es solo "propiedad" de la jerarquía eclesial

  • 26 de abril, 2016
  • Buenos Aires (AICA)
"La Iglesia no es una élite de los sacerdotes, de los consagrados, de los obispos, sino que todos formamos el santo pueblo fiel de Dios. Olvidarnos de esto acarrea varios riesgos o deformaciones en nuestra propia vivencia personal como comunitaria del ministerio que la Iglesia nos ha confiado", escribe el papa Francisco en la carta que envió al cardenal Marc Ouellet, presidente de la Comisión Pontificia para América Latina (CAL). En la misiva el pontífice reflexionó sobre el tema de la reciente Asamblea Plenaria de dicha Comisión: "El indispensable compromiso de los fieles laicos en la vida pública de los países latinoamericanos".
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"La Iglesia no es una élite de los sacerdotes, de los consagrados, de los obispos, sino que todos formamos el santo pueblo fiel de Dios. Olvidarnos de esto acarrea varios riesgos o deformaciones en nuestra propia vivencia personal como comunitaria del ministerio que la Iglesia nos ha confiado", escribe el papa Francisco en la carta que envió al cardenal Marc Ouellet, presidente de la Comisión Pontificia para América Latina (CAL). En la misiva el pontífice reflexionó sobre el tema de la reciente Asamblea Plenaria de dicha Comisión: "El indispensable compromiso de los fieles laicos en la vida pública de los países latinoamericanos".

El viernes 4 de marzo el Santo Padre recibió a los participantes en la Asamblea Plenaria de la CAL -reunida en el Vaticano-, y en esa ocasión el Papa compartió espontáneamente algunas reflexiones. El 19 de marzo, el cardenal Marc Ouellet recibió un texto en el que el Santo Padre continuaba la reflexión sobre el tema de la Plenaria.

"Evocar al Santo Pueblo fiel de Dios, es evocar el horizonte al que estamos invitados a mirar y desde donde reflexionar -dice el pontífice en su carta-, y añade: "Un padre no se entiende a sí mismo sin sus hijos. Puede ser un muy buen trabajador, profesional, esposo, amigo pero lo que lo hace padre tiene rostro: son sus hijos. Lo mismo sucede con nosotros, somos pastores. Un pastor no se concibe sin un rebaño al que está llamado a servir. El pastor es pastor de un pueblo y al pueblo se lo sirve desde dentro".

"Mirar al Pueblo de Dios, señala el papa Francisco, es recordar que todos ingresamos a la Iglesia como laicos. El primer sacramento, el que sella para siempre nuestra identidad y del que tendríamos que estar siempre orgullosos es el del bautismo. A nadie bautizaron obispo. Nos bautizaron laicos y es el signo indeleble que nunca nadie podrá eliminar".

A continuación añade el Papa: "No podemos reflexionar el tema del laicado ignorando una de las deformaciones más fuertes que América Latina tiene que enfrentar -y a las que les pido una especial atención-: el clericalismo.

"El clericalismo lleva a la funcionalización del laicado; tratándolo como ?mandaderos?, coarta las distintas iniciativas, esfuerzos y hasta me animo a decir, osadías necesarios para poder llevar la Buena Nueva del Evangelio a todos los ámbitos del quehacer social y especialmente político. El clericalismo lejos de impulsar los distintos aportes, propuestas, poco a poco va apagando el fuego profético que la Iglesia toda está llamada a testimoniar en el corazón de sus pueblos."

Pastoral popular
Asimismo el pontífice se refirió a "un fenómeno muy interesante que se produce en nuestra América Latina: me refiero a la pastoral popular". Y señaló que hay que "confiar en nuestro Pueblo, en su memoria y en su ?olfato?, confiemos que el Espíritu Santo actúa en y con ellos, y que este Espíritu no es solo ?propiedad? de la jerarquía eclesiástica".

Por lo tanto el Santo Padre aconseja en su misiva a los miembros de la CAL a "alentar, acompañar y estimular a los laicos en todos los intentos, esfuerzos que ya se hacen por mantener viva la esperanza y la fe en un mundo lleno de contradicciones especialmente para los más pobres, especialmente con los más pobres".

Y añadió Francisco: "No es el pastor el que le dice al laico lo que tiene que hacer o decir, ellos lo saben tanto o mejor que nosotros. Como pastores, unidos a nuestro pueblo, nos hace bien preguntarnos cómo estamos estimulando y promoviendo la caridad y la fraternidad, el deseo del bien, de la verdad y la justicia. Cómo hacemos para que la corrupción no anide en nuestros corazones".

"Muchas veces ?señaló- caímos en la tentación de pensar que el laico comprometido es aquel que trabaja en las obras de la Iglesia o en las cosas de la parroquia o de la diócesis y poco reflexionamos en cómo acompañar a un bautizado en su vida pública y cotidiana; cómo él, en su quehacer cotidiano, con las responsabilidades que tiene se compromete como cristiano en la vida pública. Sin darnos cuenta, generamos una élite laical creyendo que son laicos comprometidos solo aquellos que trabajan en cosas ?de los curas? y olvidamos, descuidamos al creyente que muchas veces quema su esperanza en la lucha cotidiana por vivir la fe".

Y subrayó Francisco: "Estas son las situaciones que el clericalismo no puede ver, ya que está muy preocupado por dominar espacios más que por generar procesos".

Finalmente el papa Francisco recuerda que "dos memorias se nos pide cuidar en nuestro pueblo. La memoria de Jesucristo y la memoria de nuestros antepasados. Perder la memoria es desarraigarnos de dónde venimos y por lo tanto, no sabremos tampoco a donde vamos".

"Nuestra tarea, concluyó el Santo Padre su carta a los miembros de la CAL, nuestra alegría, la alegría del pastor está precisamente en ayudar y estimular. Los laicos son parte del Santo Pueblo fiel de Dios y por lo tanto, los protagonistas de la Iglesia y del mundo; a los que nosotros estamos llamados a servir y no de los cuales tenemos que servirnos".+

Texto completo de la carta de Francisco a la CAL