Jueves 28 de marzo de 2024

Esperan que la Cumbre de Singapur sea "un nuevo paso hacia la paz"

  • 12 de junio, 2018
  • Daejeon (Corea del Sur)
"La cumbre entre Estados Unidos y Corea del Norte es un nuevo paso hacia la paz en Corea, en Asia y en el mundo entero. Hoy hay una nueva esperanza", dijo a la Agencia Fides el obispo de Daejeon, Corea del Sur, monseñor Lazzaro You Heung-sik, reflexionando sobre la cumbre de Singapur donde el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se reunió con el líder norcoreano, Kim Jong-un. Ambos hablaron de un "gran cambio" en la península coreana y de la desnuclearización de Corea del Norte que "comenzará muy pronto".
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"La cumbre entre los Estados Unidos y Corea del Norte es un nuevo paso hacia la paz en Corea, en Asia y en el mundo entero. Hoy hay una nueva esperanza", dijo a la Agencia Fides el obispo de Daejeon, Corea del Sur, monseñor Lazzaro You Heung-sik, reflexionando sobre la cumbre de Singapur donde el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se reunió con el líder norcoreano, Kim Jong-un. Ambos hablaron de un "gran cambio" en la península coreana y de la desnuclearización de Corea del Norte que "comenzará muy pronto".

"Estamos felices porque, con la gracia de Dios, vemos que comienza un nuevo tiempo del Espíritu Santo. El Espíritu Santo hace que todas las cosas sean nuevas. Este espíritu de novedad que vivimos hoy en Corea, es el espíritu de esperanza. Estamos en el momento de poner vino nuevo en odres nuevos, como dice el Evangelio. Debemos de estar atentos a los signos de los tiempos y ver qué nos depara el futuro. Hoy las señales son muy alentadoras y estamos agradecidos al Señor por ello", indicó monseñor Lazzaro You.

El obispo de Deajeon reconoció el compromiso del presidente surcoreano Moon jae-in: "Hace un año comenzó su mandato con el objetivo explícito de la paz y la distensión. Ha forjado relaciones con las grandes potencias como China y los Estados Unidos con el objetivo de avanzar hacia la paz. Hoy vemos los primeros frutos de su compromiso".

"Después de las declaraciones de intención y los compromisos verbales, aguardamos los hechos, esperamos que las palabras se pongan en práctica. Ponerlas en práctica significa comenzar un camino de perdón y de reconciliación. El perdón es el camino correcto. Esta es nuestra esperanza y nuestro deseo para el futuro de Corea", concluyó monseñor Lazzaro.