Miércoles 24 de abril de 2024

"Este es el hombre que se hizo cargo del dolor y la deshonra cometida por miembros de la Iglesia"

  • 2 de marzo, 2013
  • Lomas de Zamora (Buenos Aires) (AICA)
La Iglesia en Lomas de Zamora rezó por Benedicto XVI durante una misa que presidió el obispo diocesano, monseñor Jorge Lugones SJ, el pasado jueves 28 de febrero. Al congregarse la feligresía en la catedral de Nuestra Señora de la Paz, el obispo recordó la grandeza de corazón, valentía y testimonio" del emérito pontífice, y expresó: "Este es el hombre que se hizo cargo del dolor y la deshonra cometida por miembros de la Iglesia".
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El obispo de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Lugones SJ, presidió el jueves 28 de febrero, una misa de acción de gracias en la catedral Nuestra Señora de la Paz por el ministerio de Benedicto XVI, ahora Papa emérito de la Iglesia Católica.

"Hoy estamos celebrando esta misa por Benedicto XVI, en acción de gracias por su pontificado, su grandeza de corazón, su valentía y el testimonio que nos dejó, sobre todo por su confianza en Dios", expresó el obispo en su homilía.

Numerosos sacerdotes, diáconos permanentes, religiosos y religiosas, laicos y fieles de las 60 parroquias de la diócesis se dieron cita para "acompañar a Benedicto XVI en su decisión con el afecto y la oración" y "testimoniar así nuestra comunión con Pedro". Al final, la asamblea rezó la oración por el futuro Vicario de Cristo, propuesta por monseñor Lugones.

Homilía del obispo
El obispo inició su prédica recuperando el pasaje del evangelio, el episodio del rico Epulón y el pobre Lázaro, que ?calificó- recuerda "que en el despojo del desierto cuaresmal no podemos olvidarnos de los más pobres, marginados y sufrientes", y añadió que, aunque "todo parezca estar más o menos bien", la indiferencia ante la desigualdad de oportunidades de los más carenciados "coloca en un camino de oscuridad, olvido, resentimiento, violencia y abandono".

También recordó que la parábola hace reflexionar el mandamiento del amor, al que asignó como "lo más importante en nuestra vida", y en tal sentido, sugirió olvidar en este tiempo de Cuaresma las "superficialidades" y "novedades" que distraen, a fin de lograr una Pascua "iluminada con la luz del Señor Resucitado".

"Proponemos el camino del desierto cuaresmal como una lucha contra el mal enquistado en nosotros mismos ?profundizó-, la fuerza de la Palabra de Dios, la oración de súplica y las obras de misericordia para que, saliendo a la luz, la futura Pascua nos encuentre iluminados con la luz del Señor Resucitado".

Al hacer referencia al gesto de renuncia del Papa, monseñor Lugones prefirió recuperar un extracto de la biografía de Benedicto, escrita por Peter Seewald, en la que el emérito obispo de Roma dice: "Habéis sufrido inmensamente y eso me apesadumbra en verdad. Sé que nada puede borrar el mal que habéis soportado. Vuestra confianza ha sido traicionada y vuestra dignidad ha sido violada. Muchos habéis experimentado que cuando teníais el valor suficiente para hablar de lo que os había pasado, nadie quería escucharos. Los que habéis sufrido abusos en los internados debéis haber sentido que no había manera de escapar de vuestros sufrimientos. Es comprensible que os resulte difícil perdonar o reconciliaros con la Iglesia. En su nombre, expreso abiertamente la vergüenza y el remordimiento que sentimos todos".

"Este es el hombre que se hizo cargo del dolor y la deshonra cometida por miembros de la Iglesia, en nombre de todos, como así también de intentar limpiar la suciedad de la corrupción que escandaliza a los más pequeños; Su Santidad Benito XVI no buscó un lugar, sino que buscó servir donde el Señor se lo pedía, hasta que realmente no pudo más", exclamó monseñor Lugones.

"En este tiempo propicio de Cuaresma, oramos por Su Santidad, el papa Benito, y ofrecemos y pedimos al Espíritu Santo por los electores del nuevo Papa. Gracias Su Santidad, y que María, Nuestra Señora de la Paz, lo proteja", concluyó el prelado.+