Jueves 28 de marzo de 2024

Fasta ordenará a su primer sacerdote africano

  • 22 de marzo, 2017
  • Buenos Aires (AICA)
Tres diáconos pertenecientes a la Fraternidad Apostólica Sacerdotal Tomás de Aquino (Fasta)serán ordenados sacerdotes el sábado 25 de marzo, de manos del obispo auxiliar de Buenos Aires y vicario episcopal de Belgrano, monseñor Alejandro Giorgi. Entre ellos, Merleau Nsimba Ngoma, oriundo de la República Democrática del Congo, quien será el primer sacerdote de Fasta destinado a atender en forma permanente a las incipientes comunidades cristianas que el movimiento tiene en África.
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Merleau Nsimba Ngoma tiene 35 años, es oriundo de la República Democrática del Congo y desde este sábado 25 de marzo, será el primer sacerdote de Fasta destinado a atender en forma permanente a las incipientes comunidades cristianas que este movimiento eclesial, nacido en la Argentina, tiene en el continente africano.

El neopresbítero recibirá el orden sacerdotal de manos del obispo auxiliar de Buenos Aires y vicario episcopal de Belgrano, monseñor Alejandro Daniel Giorgi, durante una misa por celebrarse en la basílica de Nuestra Señora del Rosario, junto al convento dominico del barrio porteño de San Telmo. En esa Eucaristía, también serán ordenados sacerdotes Pedro Francisco Giunta Lange y Juan Eduardo Marchetti, vocaciones originarias de las comunidades de Fasta en Mendoza y Tucumán, respectivamente.

Merleau nació en Kinshasa el 2 de diciembre de 1982, en el seno de una familia cristiana con diez hijos. Terminado el secundario, decidió ingresar a estudiar Filosofía a la Universidad Católica de Kinshasa, impulsado por cierta inquietud vocacional. Pero ni el trato habitual con seminaristas y otros aspirantes al sacerdocio modificó su decisión. "No me interesaba del todo la idea de ser sacerdote", confiesa.

Por entonces, el joven congoleño manifestaba a sus amigos cierta inconformidad con la realidad de la Iglesia local, de su patria y de la juventud. Fue entonces que en 2006, tras leer una noticia sobre el encuentro del papa Benedicto con los movimientos eclesiales reconocidos por la Santa Sede, fijó su atención en la obra de Fasta. La versión francófona del portal Zenit le ayudó a conocer algo del carisma y la espiritualidad de esta obra fundada en 1962 por el sacerdote dominico Aníbal Fosbery, y enseguida inició correspondencia con el movimiento.

"Durante meses pedí información sobre la obra de Fasta y en 2010 me ofrecieron visitar la Argentina para conocer a su gente", cuenta Merleau. "Quedé fascinado con el trabajo que hacen con los jóvenes. El Congo necesita la alegría del Evangelio, la amistad que existe entre sacerdotes y jóvenes, y una formación doctrinal enraizada en el pensamiento de santo Tomás de Aquino", asegura.

Su vocación se determinó unos meses después. "Cuando regresé a mi hogar, escribí nuevamente a la gente de Fasta diciéndoles que había tomado la decisión de hacerme sacerdote para evangelizar a los jóvenes de Kinshasa con los mismos modos y métodos que utiliza Fasta. Ahí empecé un camino de búsqueda del Señor, que me llevó primero a vivir en los Estados Unidos y luego en Buenos Aires, donde comencé a estudiar teología en la Unsta", recuerda.

Merleau eligó como lema de su ordenación unas palabras de san Pedro, contenidas en el Evangelio según san Lucas: "Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos pescado nada; pero, en tu palabra, echaré las redes" (Lc 5,5).

"Estas palabras tienen mucho sentido para mí ?explica-. Mi país vive un contexto de guerra y conflicto constante. Quisiera que mi ministerio no sea mío, sino del Señor, y aprender dentro de este lío a tirar las redes, formar cristianos, suscitar vocaciones y responder al llamado de la Iglesia universal".

Una vez ordenado, Merleau permanecerá en la Argentina hasta mayo. Luego partirá rumbo a su país para acompañar a las pequeñas comunidades que él mismo fue suscitando, primero como laico, y luego como seminarista. "Mientras tanto, visitaré varias comunidades en América latina y en toda la Argentina para concientizar sobre la dimensión que Fasta está tomando y las necesidades que tenemos en África", anticipa el joven diácono.+