Sábado 20 de abril de 2024

Francisco al Colegio Etíope: Custodiar la tradición eclesial con impulso misionero

  • 11 de enero, 2020
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
En su discurso a la comunidad del Pontificio Colegio Etíope
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El papa Francisco recibió el sábado 11 de enero a la comunidad del Pontificio Colegio Etíope en el Vaticano, la comunidad estudiantil con los superiores, sacerdotes y religiosas, y también obispos venidos de Etiopía y Eritrea, entre ellos dos metropolitanos.



Estuvieron presentes también los hermanos capuchinos con el ministro general, una representación del Pontificio Instituto oriental y la Congregación para las Iglesias Orientales con el cardenal Leonardo Sandri a la cabeza.



El pontífice les dio la bienvenida y recordó la presencia etíope dentro el Vaticano: “En la tumba del Apóstol Pedro los hijos de pueblos geográficamente distantes de Roma, pero tan cercanos a la fe de los apóstoles en la profesión de Jesucristo Salvador, han encontrado hogar y hospitalidad a lo largo de los siglos”.



Hablando a los sacerdotes estudiantes que provienen de Etiopía y Eritrea, el Papa destacó la riqueza que ellos traen a Roma, como la convivencia entre personas pertenecientes a las religiones judía e islámica, y con los hermanos de la Iglesia ortodoxa. También recordó a los muchos hermanos y hermanas de estos países del Cuerno de África cuyas vidas están marcadas por la pobreza, y que estuvieron también, hasta hace pocos meses, marcadas por la guerra.



“Siempre rezo para que los años de dolor experimentados en ambos lados sean atesorados, y que no caigamos más en divisiones entre grupos étnicos y entre países con raíces comunes”, expresó, alentando a los sacerdotes a ser constructores de paz.



Deteniéndose aún en las vidas de los hermanos de estos dos países, el Papa recordó con tristeza a los muchos que dejaron sus patrias impulsados por la esperanza, yendo al encuentro de tragedias por tierra y por mar, y agradeció a los presentes la acogida que dieron a los migrantes, y el compromiso de algunos de seguirlos pastoralmente en Europa y en otros continentes.



“Todavía se puede hacer mucho y mejor, tanto en la patria como en el extranjero, aprovechando los años de estudio y permanencia en Roma, en un servicio humilde y generoso, siempre sobre la base de la unión con el Señor, a quien hemos donado toda nuestra existencia”, alentó.



El pontífice también los animó a custodiar la preciosa tradición eclesial, “siempre unida al impulso misionero”. Y puso de manifiesto su esperanza de que “se garantice a la Iglesia católica en sus naciones la libertad de servir al bien común, tanto permitiendo que sus estudiantes completen sus estudios en Roma o en cualquier otro lugar, como salvaguardando las instituciones educativas, sanitarias y asistenciales, en la certeza de que tanto los pastores como los fieles desean contribuir al bien y a la prosperidad de sus naciones”.



Por último, Francisco les pidió amar mucho a la Santa Madre de Dios, María Santísima: “Ustedes, de hecho, se definen Resta Maryam, ‘feudo, propiedad de María’, y en la memoria litúrgica mensual de Kidana Mehrat, ‘Pacto de misericordia’, saben que pueden confiar a su intercesión toda oración, toda súplica.



Asimismo, les pido, en ese recuerdo, que tengan siempre una oración por mí y por mis intenciones”, y les impartió su bendición apostólica, extensiva a sus familias, eparquías y pueblos.+