Viernes 19 de abril de 2024

Francisco en Molfetta: "Pasar de la palabra a los hechos con humildad y valentía"

  • 20 de abril, 2018
  • Molfetta (Italia)
El papa Francisco visitó el 20 de abril la ciudad italiana de Molfetta, ciudad en la que Don Tonino fue obispo, donde presidió la misa y recordó que no debemos debatir las palabras de Jesús sino acoger el cambio de vida que Él nos pide y "pasar de las palabras a los hechos".
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El papa Francisco se desplazó el 20 de abril de Alessano a Molfetta, ciudad donde Don Tonino fue obispo, para celebrar la misa, en cuya homilía habló de los dos aspectos centrales para la vida cristiana: el Pan y la Palabra.

"El pan es la comida esencial para vivir y Jesús en el Evangelio se ofrece a nosotros como Pan de Vida", recordó, y consideró que es una "expresión fuerte" la frase "coman mi carne y beban mi sangre"

Tras preguntar "¿qué significa?", el pontífice explicó: "Significa que para nuestra vida es esencial entrar en una relación vital y personal con Él" y aseguró que la Eucaristía "no es un bonito rito, sino la comunión más íntima, concreta y sorprendente que se pueda imaginar con Dios".

Francisco recordó unas palabras de Don Tonino Bello: "No son suficientes las obras de caridad, si falta la caridad en las obras. Si falta el amor del que se inician las obras, si falta la fuente, si falta el punto de salida que es la Eucaristía, cada compromiso pastoral resulta sólo un remolino de cosas".

Asimismo, citó las palabras de Jesús en el Evangelio cuando dice: "El que me come, vivirá por mí", como si dijera, precisó: "Quien se alimenta de la Eucaristía asimila la misma mentalidad del Señor".

"Él es Pan partido para nosotros" y quien lo recibe se convierte a su vez en pan partido "que no se levanta con orgullo, sino que se da a los demás", aseveró, de manera que "deja de vivir para sí mismo, para su propio éxito, para tener algo o para convertirse en alguien" y vive "para Jesús y como Jesús".

Francisco destacó que Don Tonino "ha vivido así" y manifestó: "Entre ustedes ha sido un obispo-siervo, un pastor convertido en pueblo, que frente al Tabernáculo aprendió a ser comido por las personas".

Y soñó con una Iglesia hambrienta de Jesús e intolerante con todo lo mundano, con una Iglesia que "sabe cómo percibir el cuerpo de Cristo en los incómodos tabernáculos de la miseria, el sufrimiento y la soledad", porque - como decía Don Tonino " ´la Eucaristía no tolera el sedentarismo´ y sin levantarse de la mesa queda ´un sacramento inacabado´", sostuvo.

"El Pan de Vida es también Pan de Paz, y Don Tonino sostenía que ´la paz no viene cuando uno agarra su pan y se lo come por su cuenta´, la paz es algo más", afirmó, "es convivencia" porque "los conflictos y las guerras encuentran su raíz en el desvanecimiento de los rostros".

El Papa afirmó que los cristianos, que compartimos este Pan de unidad y de Paz, están llamados a "amar cada rostro, a secar cada lágrima, a estar presentes en todas partes y ser constructores de paz".

Después, el Papa habló del segundo aspecto central para la vida cristiana: la Palabra. Muchas veces nos preguntamos ¿cómo puede el Evangelio resolver los problemas del mundo? ¿A qué sirve hacer el bien en medio de tanto mal? Y de esta manera -señaló- "caemos en el error de esa gente, paralizada en debatir las palabras de Jesús" en lugar de "acoger el cambio de vida que Él nos pide".

Francisco volvió a citar una frase de Don Tonino, cuando durante el tiempo de Pascua decía: "Acoger esta novedad de vida, pasando de las palabras a los hechos" porque "a Jesús no se le responde de acuerdo con los cálculos y las comodidades del momento sino con el "sí" de toda la vida. Él no busca nuestras reflexiones, sino nuestra conversión".

El Papa también reflexionó sobre las palabras del Señor a Saulo cuando le dijo: "Entra en la ciudad" para recordar que también le dice a todos: "Ve, no te quedes encerrado en tus espacios tranquilizadores, arriesga!", porque después de haber encontrado al Resucitado, puntualizó, "tenemos que ir, salir" a pesar de "todos los problemas y las incertidumbres".

Por ello, indicó que los cristianos están llamados, sea cual sea la situación en la que se encuentren, "a ser portadores de esperanza Pascual". "Como decía Don Tonino, servidores del mundo, pero como resucitados, no como empleados", completó.

Francisco recordó que Jesús le dice a Saulo: "Te dirán lo que tienes que hacer" y Saulo, precisó, "acepta obedecer, se vuelve paciente y aprende la humidad" porque humilde no quiere decir ser "tímido o resignado" sino "dócil a Dios".

"La Palabra de Dios libera, levanta, hace ir adelante, humildes y valientes" y no nos convierte en "los protagonistas establecidos y campeones de su habilidad" sino "en los auténticos testigos de Jesús en el mundo", concluyó.+