Viernes 19 de abril de 2024

Francisco invita a rezar por Australia, devastada por los incendios

  • 8 de enero, 2020
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Cercanía del Santo Padre con el pueblo de Australia
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Al final de la audiencia general del miércoles 8 de enero, el papa Francisco expresó su cercanía con el pueblo australiano que está siendo azotado por incendios devastadores.



“Quiero pedir a todos que oren al Señor para ayudar al pueblo en este momento difícil, con ese incendio tan fuerte. Estoy cercano al pueblo de Australia”, expresó el pontífice al dirigirse a un grupo de fieles australianos presentes en el Aula Pablo VI.



Desde hace semanas Australia está siendo devastada por los incendios, con más de 8 millones de hectáreas de bosques quemados, unas dos mil viviendas, y con al menos 26 personas fallecidas y millones de animales muertos.



Propuestas de la Conferencia Episcopal Australiana

A través de una declaración, la Conferencia Episcopal Australiana llama a las comunidades diocesanas, parroquiales, organizaciones católicas e interreligiosas a coordinar esfuerzos para enfrentar la crisis que afecta al país.



"La magnitud de esta crisis exige una respuesta nacional y un compromiso de toda la Iglesia para integrar y coordinar lo que está sucediendo a nivel local", puntualiza en un comunicado firmado por el presidente de la Conferencia Episcopal Australiana, monseñor Mark Coleridge.



"Australia está enfrentando una calamidad sin precedentes y el fuego está devorando la tierra en muchos lugares. Aunque no estamos en las áreas más afectadas, todos hemos visto las imágenes apocalípticas. Murieron personas, casas y ciudades han sido destruidas, el humo ha envuelto amplias zonas de nuestro país”, describe.



El prelado valora los esfuerzos heroicos de los bomberos y la resiliencia de las comunidades afectadas, y expresa: “Necesitamos más que palabras. Las expresiones de solidaridad son importantes, pero no son suficientes”.



“Los obispos son conscientes del gran esfuerzo que se está haciendo en todo el país, dirigido por gobiernos y socorristas. Muchas comunidades religiosas locales, incluidas las parroquias y organizaciones católicas, así como coaliciones ecuménicas e interreligiosas, también están haciendo una gran contribución”, destaca, y agrega: “Si bien los obispos suelen responder a los desafíos a nivel parroquial o diocesano, la escala de esta crisis requiere una respuesta nacional de toda la Iglesia para complementar y coordinar lo que está sucediendo localmente”.



Ante esta situación de crisis sin precedentes, la Conferencia Episcopal Australiana propone:



• La facilitación de una red nacional que conecte a las personas afectadas por los incendios forestales con personas que pueden ayudar con tareas como preparar comidas, limpiar propiedades, reconstrucción de comunidades, así como apoyo pastoral y de asesoramiento.



• La distribución de oraciones especiales y otros recursos para usar en parroquias, familias y otras comunidades católicas.



• La colaboración con agencias nacionales claves como Catholic Health Australia, Los Servicios Católicos Sociales de Australia, la Comisión Nacional de Educación Católica y la Sociedad San Vicente de Paul (Vinnies), para garantizar una respuesta lo más eficaz posible desde la comunidad católica más amplia.



• La cooperación con los Religiosos Católicos de Australia, los institutos religiosos y sus ministerios.



• Las parroquias de todo el país realizarán una colecta especial en las misas durante el fin de semana del "Día Nacional de Australia" (26 de enero), cuyos fondos se donarán al llamamiento contra incendios forestales coordinada por Vinnies.




Además de las donaciones en las misas del fin de semana del Día de Australia, se alienta a las personas a apoyar la respuesta inmediata donando vía online.



El episcopado australiano anuncia que esta emergencia requerirá un proceso a largo plazo para ayudar a las personas y pueblos enteros que deberán ser reconstruidos, para lo cual se requerirá el apoyo de todas las agencias como Vinnies, CatholicCare y CentaCare, parroquias y otras comunidades católicas, incluidos hospitales católicos y centros de cuidado de ancianos.



“Con raíces amplias y profundas en todo el país, la Iglesia está lista para caminar al lado personas a lo largo de su viaje de recuperación”, afirma.



“Frente a esta crisis excepcional, renovamos nuestro llamado a la oración insistente para los afectados por la sequía y fuego, para los que han perdido la vida en los incendios y sus familias, por la lluvia para apagar la tierra reseca y extinguir los incendios, y para tomar medidas urgentes para cuidar nuestra casa común para evitar tales calamidades en el futuro”, sostiene, y concluye: “Una respuesta genuinamente católica a una crisis de esta magnitud debe sacar fuerza de la oración, que inspiren acciones concretas y compasivas”.+