Jueves 28 de marzo de 2024

La Iglesia australiana se moviliza contra la eutanasia

  • 14 de agosto, 2018
  • Camberra (Australia) (AICA)
Mientras el Senado de Australia comienza hoy, 14 de agosto, el debate sobre la legalización de la eutanasia y del suicidio asistido, el arzobispo de Sydney, monseñor Anthony Fisher, recuerda que "la eutanasia y el suicidio asistido afectan desproporcionadamente a grupos vulnerables como los ancianos o discapacitados y solicita que se proporcionen recursos suficientes para ayudar a cuidar de los pacientes que se encuentran en el final de sus vidas en lugar de acabar con ellas".
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Mientras el Senado de Australia comienza hoy, 14 de agosto, el debate sobre la legalización de la eutanasia y del suicidio asistido, el arzobispo de Sydney, monseñor Anthony Fisher, recuerda que "la eutanasia y el suicidio asistido afectan desproporcionadamente a grupos vulnerables como los ancianos o discapacitados y solicita que se proporcionen recursos suficientes para ayudar a cuidar de los pacientes que se encuentran en el final de sus vidas en lugar de acabar con ellas".

La sesión del Senado australiano se extenderá hasta el 16 de agosto, cuando se vote para derogar o no la Ley de 1997 que "prohíbe a los territorios individuales de la Federación legalizar ambos casos". Esta legislación fue aprobada después de que, en 1995, los Territorios del Norte dieran luz verde a la llamada ?muerte dulce?.

La región de la capital Camberra, el Territorio del Norte y la isla de Norfolk sería en los que entraría en práctica.

En noviembre pasado, el estado de Victoria ya legalizó la eutanasia, pero la ley no entrará en vigor hasta 2019 y será restringida para pacientes con enfermedades terminales y con una esperanza de vida de menos de seis meses.

"Firmen no"
El arzobispo de Sydney, ha sido el portavoz de la campaña en defensa de la vida, encabezando la recogida de firmas bajo el mensaje "Firme la petición, diga ?no a la eutanasia?".

El prelado pidió a todos los australianos que "se comprometen en favor de una civilización de vida y amor que se unan para que los senadores voten en contra del proyecto de ley, evitando allanar el camino a la legalización de la eutanasia".

Monseñor Fisher contó con el apoyo de la Asociación Médica de Australia que siempre ha mostrado su oposición a esta ley, "los médicos no deben participar en las operaciones que tienen como intención el final de la vida de una persona", señala la Asociación Médica.

Hospitales católicos desafiarán la ley de eutanasia
En noviembre de 2017, el hospital más grande de Australia, St Vincent´s Health, anunció a través de su director, Toby Hall, que la institución no realizará ningún procedimiento de eutanasia o suicidio asistido si llegara a ser legalizado en el estado australiano de Nueva Gales del Sur.

La posición es la misma anunciada en su momento para el Estado de Victoria, donde también se obtuvo la aprobación legal del procedimiento.

"Nuestra posición, si la ley de los miembros privados pasara en el Parlamento, es la misma que en Victoria: No proveeremos ningún servicio o apoyo al suicidio asistido", manifestó Hall. "Ya hemos enviado carta a todos los miembros del Parlamento de Nueva Gales del Sur pidiéndoles no apoyar la legislación". Sin importar el resultado final de las iniciativas legales, los hospitales se acogerán a la facultad legal de elegir si ofrecen o no los procedimientos y no los llevarán a cabo.

La propuesta de legalización de la eutanasia fue denunciada como "una ley fallida y peligrosa" por parte de Suzanne Greenwood, jefa ejecutiva de "Catholic Health Australia". La experta pidió a los legisladores "considerar profundamente el impacto que esta ley tendrá sobre las personas vulnerables y la comunidad" y lamentó que no se tengan en cuenta las preocupaciones éticas y sobre seguridad planteadas por muchos médicos y especialistas en cuidados paliativos.

"¿No deberíamos, como sociedad, estar dedicando mayores recursos a mejorar la capacidad de una persona en el período de su vida que conduce a la muerte, en lugar de aceptar el deseo suicida como si fuera el producto de una mente libre de enfermedades mentales?".

El suicidio de David Goodall
El pasado mayo, David Goodall, un científico australiano de 104 años viajó a Suiza para someterse a un suicidio asistido, aunque no sufría ninguna enfermedad en fase terminal, pero declaraba "no soy feliz, quiero morirme y lo triste es que me lo impiden". Este caso reabrió el debate sobre la legalización de la eutanasia en Australia y en los próximos días los políticos decidirán sobre la legislación al respecto. +