Los cristianos deben gritar su fe y dar a conocer el Evangelio
- 21 de febrero, 2013
- Azul (Buenos Aires) (AICA)
"Es hora de que los bautizados no sólo se llamen cristianos sino que griten su fe en Jesucristo, el Señor de la Vida, dándose tiempo para conocer su Evangelio que marca valores irreemplazables para una convivencia realmente humana digna de un ser humano. Es hora de terminar con teorías sociales, políticas, aún religiosas sobre la vida humana que favorecen a unos pocos con la marginación de muchos", advirtió el obispo Miguel Esteban Hesayne, fundador y director espiritual del Instituto Cristífero, en una reflexión cuaresmal. El prelado sostuvo que "sobre numerosos católicos argentinos pesa una gravísima deuda interna con la sociedad argentina. Se ha predicado y sobre todo vivido ?un cristianismo sin Cristo?, porque el Evangelio de Jesús se lo ha reducido a algunas prácticas religiosas y no se lo ha mostrado con la propia existencia día a día, hora a hora, en todas las dimensiones de una sociedad civil" y consideró que "si se pide la representación de un santo, cristiano, la mayoría repr
"Vigorizar la fe en Jesucristo muerto y resucitado, y conocer y vivir su Evangelio, fue el objetivo del Concilio Vaticano II y en consecuencia coherente, Benedicto XVI declaró el Año de la Fe para celebrar los 50 años del acontecimiento conciliar y encarar desde sus raíces el desafío pastoral de nuestro tiempo", subrayó.
Tras asegurar que "no ajeno al Año de la Fe y al objetivo cuaresmal, acontece la renuncia del Papa, pidió a los hombres y mujeres con fe en Jesús y su Evangelio no quedarse "con las noticias por sensacionales que sean, según expresión de un cardenal refiriéndose a la renuncia papal: ?Un rayo de lo alto en cielo despejado?".
"Dios siempre ha hablado a través de la historia humana, tanto más después de Jesucristo constituido en su Pascua, Señor de la Iglesia y de la Historia", indicó.
El fundador y director espiritual del Instituto Cristífero advirtió que "a todos los miembros de la Iglesia les concierne aportar desde su puesto de bautizado una conversión a Jesús y su Evangelio para que la Iglesia sea luz del mundo actual y se transforme en una comunidad de creyentes en Jesucristo y servidora de las angustias y esperanzas del mundo actual. Oremos y aportemos para lograr una Iglesia que trasparente a Jesús Resucitado animando la historia de los hombres y mujeres".
"Es hora de que los bautizados no solo se llamen cristianos sino que griten su fe en Jesucristo, el Señor de la Vida, dándose tiempo para conocer su Evangelio que marca valores irreemplazables para una convivencia realmente humana digna de un ser humano. Es hora de terminar con teorías sociales, políticas, aún religiosas sobre la vida humana que favorecen a unos pocos con la marginación de muchos", aseveró.
El prelado sostuvo que "sobre numerosos católicos argentinos pesa una gravísima deuda interna con la sociedad argentina. Se ha predicado y sobre todo vivido ?un cristianismo sin Cristo?, porque el Evangelio de Jesús se lo ha reducido a algunas prácticas religiosas y no se lo ha mostrado con la propia existencia día a día, hora a hora, en todas las dimensiones de una sociedad civil. Si se pide la representación de un santo, cristiano, la mayoría representaría a alguien rezando. Pocos, a alguien con una palangana y jarra y toalla en brazos en actitud servicial, como Jesús, el Hijo de Dios lo hizo en su despedida de este mundo, antes de dar su vida en servicio por la humanidad entera".
"La Iglesia soñada por Jesús es una comunidad con Fe en El, orante y servicial. ¿Así son, nuestras comunidades parroquiales en cuanto rostro de la Iglesia Católica? Con el coraje de Benedicto XVI ¿no tendrán que renunciar a costumbres, estructuras ya caducas, para dejar paso a un nuevo modelo de comunidad parroquial que sirva para anunciar a Jesús y su Evangelio en el mundo actual?", concluyó.+
Texto completo de la homilía
