Sábado 20 de abril de 2024

Mons. Arancedo detalló las "certezas" de sus 50 años de sacerdote

  • 18 de diciembre, 2017
  • Santa Fe
El arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo, detalló algunas certezas teológicas y espirituales que dijo reconocer en su vida sacerdotal, al presidir una misa en la catedral de Todos los Santos por los 50 años de su ordenación sacerdotal. "Si volviera a tener que definir mi vida, volvería a ser sacerdote", aseguró.
Doná a AICA.org
El arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo, detalló algunas certezas teológicas y espirituales que dijo reconocer en su vida sacerdotal, al presidir una misa en la catedral de Todos los Santos por los 50 años de su ordenación sacerdotal.

El misa fue concelebrada por el arzobispo de Paraná, monseñor Juan Alberto Puiggari; los obispos Carlos Humberto Malfa (Chascomús y secretario general de la CEA), Gustavo Arturo Help (Venado Tuerto) y Luis Alberto Fernández Rafaela, además de 90 sacerdotes.

También participaron diáconos, religiosas, seminaristas, ministros lectores y acólitos instituídos, y numerosos fieles.

"Como les decía el otro día a los seminaristas, si volviera a tener que definir mi vida, volvería a ser sacerdote. No me entiendo fuera de este camino que es y fue la conciencia viva de mi vocación que, con el tiempo y a pesar de las dificultades y fracasos, se fue acrecentando", sostuvo.

"Creo, además, que me ha acompañado una conciencia de la dimensión escatológica de la fe, de la trascendencia, de la vida eterna que nos da, junto al compromiso con la historia que nos toca vivir, esa sana distancia frente a las cosas y al espacio concreto de este mundo grandioso pero pasajero", agregó.

El arzobispo santafesino subrayó que en "este breve recorrido de mis certezas espirituales que han dado sentido a mi vida sacerdotal, ocupa un lugar central la figura de Jesucristo. No solo como ?iniciador y consumador de nuestra fe?, sino, y principalmente, como el Buen Pastor, imagen del Padre, que desde mi ingreso al Seminario fue modelando idealmente mi vida sacerdotal".

"La centralidad de Cristo, el Buen Pastor ha sido, por el don de su Espíritu y en la vida de la Iglesia, una de las certezas en mi camino y vida sacerdotal", añadió, e indicó que "otra vivencia que ha guiado y ha dado sostén a mi vida sacerdotal es la Iglesia. Vuelvo a decir con la simpleza de la fe recibida en el Bautismo, creo en la Iglesia, que es Una, Santa, Católica y Apostólica".

Monseñor Arancedo volvió a dar gracias a los presentes y manifestó su deseo de "testimoniar algunas razones o ideas que me acompañaron en estos 50 años de mi vida sacerdotal".

"Pongo a los pies de Nuestra Madre, Nuestra Señora de Guadalupe, mi sacerdocio y los encomiendo a ustedes para que vivan la alegría y la esperanza de la fe que hemos conocido en Jesucristo, Nuestro Señor. Amén", concluyó.

Al final de la misa, monseñor Fernández recordó con emoción los años compartidos con monseñor Arancedo
en la localidad bonaerense de Temperley, en el Seminario de La Plata y en la tarea pastoral en la diócesis de Lomas de Zamora.

Monseñor Arancedo saludó a los fieles a la salida de la catedral y luego compartió una cena en el Seminario con el clero local.

» Texto completo de la homilía

Campaña Anual de Adviento
AICA la hacen y la sostienen sus propios lectores mediante aportes voluntarios. Para enviar su donativo mediante tarjeta de crédito o de débito, transferencia bancaria, Pago Fácil, Rapipago y otras opciones, ingrese en: http://donar.aica.org/