Viernes 19 de abril de 2024

Mons. Collazuol animó a la evangelización de la piedad popular mariana

  • 11 de marzo, 2020
  • Concordia (Entre Ríos) (AICA)
El obispo de Concordia, monseñor Luis Armando Collazuol, dirigió un mensaje a la Asamblea Diocesana de Pastoral, en el que animó a la evangelización de la piedad popular mariana, y consideró que mediante ella será necesario que "vaya llevando a los fieles a la escucha cotidiana y atenta de la Palabra de Dios, y a una participación plena y consciente en los sacramentos y en particular, en la Eucaristía".
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El obispo de Concordia, monseñor Luis Armando Collazuol, dirigió un mensaje a la Asamblea Diocesana de Pastoral, en el que animó a las comunidades de esta jurisdicción eclesiástica a la evangelización de la piedad popular mariana.



En el marco del Año Mariano Nacional, la asamblea se realizó el sábado 7 de marzo en Concordia y asistieron sacerdotes, diáconos, consagrados y laicos, equipos zonales, miembros de consejos pastorales parroquiales, comisiones de capillas, agentes parroquiales de pastoral, catequistas, coordinadores de áreas pastorales, comunidades, instituciones, movimientos.



En su mensaje, monseñor Collazuol destacó la fuerza evangelizadora de la piedad popular, al recordar que ésta “no es privativa de una franja etaria o de género, de una clase social o profesional, de un pueblo con su cultura o de unos genes raciales, de los que practican en la liturgia de la comunidad o de los que no lo hacen”.



“Sus manifestaciones son diversas, pero expresan las ansias de todos los corazones de anclarse en la trascendencia divina, particularmente en los momentos y situaciones difíciles de la vida”, aseguró, y agregó: “Percibimos que el pueblo tiene sed de Dios, pero que no sabe muchas veces cómo saciarla, y así se puede quedar en las imágenes, las costumbres, los ritos tradicionales”.



El prelado advirtió que “podemos discernir la necesidad de purificar algunas manifestaciones conforme al espíritu del Evangelio y la tradición de la Iglesia, pero en ningún momento debemos desvalorizar esta realidad religiosa espiritual, y tampoco hemos de tener prejuicios solamente porque no la comprendemos”.



“Nuestra pastoral habrá de estar abierta a la acción del Espíritu en medio de su pueblo, y cooperar para que esa acción produzca los mejores frutos. Será también necesario ayudar al pueblo creyente a elevar y purificar su fe, para que sea iluminada por la doctrina de la Iglesia y expresada en comportamientos que tengan la sencillez propia de la sabiduría divina”, sostuvo.



El obispo afirmó que “el amor y la devoción a la Virgen Madre en la piedad popular abren las puertas” para la evangelización, por lo que subrayó: “¡Esta certeza nos alienta en la misión!”



“La devoción mariana en Latinoamérica tiene un arraigo especial y misterioso en el pueblo de Dios. Multitud de personas se mueven por esa devoción a María. No pocas de esas personas no saben mucho de la doctrina cristiana, pero acuden con gran fervor y espíritu religioso a los santuarios, en peregrinaciones, procesiones y celebraciones dedicadas al Señor Jesucristo, a la Virgen y a los santos”, valoró.



Asimismo, insistió en destacar que “el culto mariano popular relacionado con la presencia de María a lo largo del año litúrgico, las diferentes advocaciones locales y las tradiciones populares, ocupan un puesto relevante en la religiosidad del pueblo”.



Monseñor Collazuol consideró que “mediante la acción pastoral deberíamos procurar que la piedad popular se configure como un momento del diálogo entre Dios y nosotros. Por Cristo, en el Espíritu Santo, al Padre. ‘A Cristo por María’”.



“Contemplando a María, Madre de Dios Hijo, será necesario que las expresiones de la piedad popular pongan de manifiesto el valor primario y fundamental de la Encarnación y los misterios de la vida de Cristo, y muy en particular su Pascua, como lo hacemos en el santo rosario”, indicó.



El prelado destacó, por otra parte, que “las mayores gracias que del Señor podemos alcanzar por intercesión de María son el perdón de los pecados, la filiación divina y la vida eterna”.



“Contemplando a María, Esposa de Dios Espíritu Santo, será necesario que las expresiones de la piedad popular se ordenen a mostrar claramente la persona y la acción del Espíritu Santo en los dones de la gracia, y a animar la fidelidad creyente como la de María: ‘Que se cumpla en mí tu palabra’”, precisó, y añadió: “Será necesario, finalmente, que la piedad popular vaya llevando a los fieles a la escucha cotidiana y atenta de la Palabra de Dios, y a una participación plena y consciente en los sacramentos y en particular, en la Eucaristía”.



María, Madre del Divino Maestro, discípula y misionera suya, será el modelo espiritual y evangélico de la escucha de la Palabra de Dios. María, Mujer Eucarística, nos conducirá en la pastoral popular a la celebración litúrgica, con su fuente, centro y cumbre en la celebración de la santa Eucaristía. María de la Visitación nos enseñará a ser misioneros, llevando a Jesús y sirviendo a los hermanos. En el Año Mariano Nacional, pedimos a María, Estrella de la Evangelización, acompañe nuestro camino pastoral diocesano”, concluyó.+



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