Viernes 19 de abril de 2024

Mons. Delgado pidió "ponerse la Patria al hombro" y construir sobre la verdad y la justicia

  • 10 de julio, 2016
  • San Juan
El arzobispo de San Juan de Cuyo, monseñor Alfonso Delgado, explicó hoy cuál es el significado de "ponerse la Patria al hombro" al que llamaba Jorge Bergoglio, hoy papa Francisco, y exhortó a construir el país sobre "la roca firme de la verdad y la justicia". E invitó a pedirle a "Dios el entusiasmo de trabajar juntos, de aprender a escucharnos, de acrecentar y, especialmente de tantos que por distintos motivos hoy sufren. Y que no dejemos de rezar y trabajar por la solidez y fortaleza de esta casa que es nuestra Patria argentina".
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El arzobispo de San Juan de Cuyo, monseñor Alfonso Delgado, presidió hoy el tedeum por el bicentenario patrio en la parroquia Nuestra Señora del Rosario, en el Departamento de Nueve de Julio, donde dio gracias por la patria y por quienes hace 200 años "tuvieron el coraje de crearla y de hacerla crecer como nación libre e independiente".

El prelado afirmó que este momento de oración invita a "tener una mirada agradecida sobre esa generación, que interpretando un creciente sentimiento de los pueblos que representaban, asumieron la grave responsabilidad de encauzar los ideales de libertad e independencia."

Asimismo, pidió unirse también a los argentinos "dispuestos a comenzar el Tercer Siglo de nuestra Nación con espíritu verdaderamente patriótico, con ganas de trabajar y de servir al bien de toda la sociedad, con honradez a toda prueba y jugándose por la verdad que nos hace libres".

Tras destacar que "en una casa de familia, de un pequeño poblado de la Argentina profunda, nació el país, nació la Nación Argentina", reconoció que se emocionó al visitar hace pocas semanas la Casa Histórica de San Miguel de Tucumán.

El arzobispo sanjuanino recordó que "Jesucristo nos enseña estas dos actitudes ante la vida: construir sobre la roca firme de la verdad y la justicia, o construir sobre la arena movediza de la mentira, de las conveniencias humanas del momento o simplemente de lo que es más fácil".

¿A cuál de ellas podría parecerse nuestra casa común, nuestra Nación argentina?, preguntó, y reflexionó: "Evidentemente, si ha resistido doscientos años, ello habla de cimientos y de solidez".

Monseñor Delgado advirtió, sin embargo, que "hasta la mejor casa, edificada sobre el mejor terreno, si no la cuidamos y no reparamos sus posibles grietas y daños ante las tempestades de la historia, la tendremos en pie, pero será una casa averiada y muy desmejorada".

Asimismo, subrayó que "el bicentenario que cumplimos y el tercero que iniciamos, nos exigen un compromiso sincero: cuidar mejor nuestra casa común, cuidar nuestra Patria, cuidar las familias argentinas, velar honestamente por el bien de todos nuestros conciudadanos y por el crecimiento del país".

El prelado destacó el acta firmada el 18 de junio en la Casa Histórica por dirigentes de doce partidos políticos, en el marco del XI Congreso Eucarístico Nacional, en la que se comprometieron a "cuidar y a velar por la Casa grande de todos los argentinos, es decir, a cuidar el país, a cuidar a los argentinos".

"Fue un compromiso serio, firmado por todos. Se sintetiza en 10 puntos claves, que a su vez resumen muchas acciones de trabajo común, asumiendo responsabilidades para desarrollar, mediante el diálogo sincero, entendimientos y políticas de Estado, que tanto necesita el bien del país y de nuestro pueblo", sostuvo.

Monseñor Delgado estimó que "si con el compromiso y con el ejemplo nos empeñamos en trabajar por ponerlos en obra, muchos argentinos se entusiasmarán en sumarse, especialmente los jóvenes. Esto es el significado de ?Ponerse la Patria al hombro?, como le gustaba decir al entonces cardenal Bergoglo" e invitó a pedirle a "Dios el entusiasmo de trabajar juntos, de aprender a escucharnos, de acrecentar y, especialmente de tantos que por distintos motivos hoy sufren. Y que no dejemos de rezar y trabajar por la solidez y fortaleza de esta casa que es nuestra Patria argentina".

"Que Dios bendiga a nuestro pueblo, a los próceres de la Independencia, a quienes trabajaron por el bien del país. Y que bendiga muy especialmente a los ciudadanos argentinos, hombres y mujeres, dispuestos a cuidar, reparar, proteger la casa de todos y hacer crecer el país desde el mismo inicio del tercer siglo de la Patria. Entonces, sí: demos gracias a Dios de todo corazón en el Bicentenario de la Nación Argentina", concluyó.+

Texto completo de la homilía