Mons. Lozano asumió como arzobispo coadjutor de San Juan de Cuyo

Monseñor Jorge Lozano asumió el viernes 4 de noviembre como de arzobispo coadjutor de San Juan de Cuyo, en el marco de una fiesta con una procesión y la misa concelebrada ante una multitud de fieles que le dio la bienvenida. El arzobispo, monseñor Alfonso Delgado, que dejará la arquidiócesis cuando el Papa le acepte la renuncia, invitó a la comunidad a recibir al prelado como "un hermano". El arzobispo coadjutor se manifestó conmovido por la recepción, instó a los jóvenes a ser "un oasis de misericordia en el desierto" y animó a la comunidad toda a "soñar" y a "no conformarse".

Monseñor Jorge Lozano asumió el viernes 4 de noviembre como de arzobispo coadjutor de San Juan de Cuyo, en el marco de una fiesta con una procesión y la misa concelebrada ante una multitud de fieles que le dio la bienvenida.

La fiesta de recepción de quien acompañará a monseñor Alfonso Delgado en el gobierno pastoral de la arquidiócesis, se inició en la parroquia Nuestra Señora de la Merced, donde al llegar monseñor Lozano, junto con monseñor Delgado y el nuncio apostólico, monseñor Emil Paul Tscherrig, fue recibido por niños y adolescentes, mientras que integrantes de la Pastoral Juvenil Arquidiocesana le regalaron un báculo y compartieron una mateada con el arzobispo coadjutor.

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Monseñor Lozano animó a los jóvenes "a soñar, a volar alto. No se conformen con la chatura", y aseguró que "con los sueños de ustedes todos podemos plasmar la vida en plenitud, un mundo en paz, justicia y solidaridad".

"Vivimos tiempos de aridez espiritual, el papa Benedicto XVI decía que el mundo muchas veces se parece a un desierto y el papa Francisco nos dice que tenemos que ser un oasis de misericordia en el desierto", sostuvo, y agregó: "Gracias por venir, sigamos caminando juntos y que Dios los bendiga".

En seguida partió la procesión hacia la catedral San Juan Bautista, en la que monseñor Lozano caminó varias cuadras de la mano de una niña, de nombre Fátima, y al llegar a la plaza 25 de Mayo, justo frente al monumento de Domingo Faustino Sarmiento, el intendente de San Juan, Franco Aranda, lo recibió como "nuevo ciudadano" de la ciudad.

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El prelado se dirigió hasta la catedral donde lo esperaba el gobernador Sergio Uñac y su esposa. Junto con la comunidad cruzó la Puerta Santa y luego en el altar levantado en el atrio del templo concelebró la misa que presidió monseñor Delgado. Los concelebrantes principales fueron monseñor Tscherrig, el arzobispo de Mendoza, monseñor José María Franzini, y el obispo de La Rioja, monseñor Marcelo Colombo, además de otros doce obispos, sacerdotes del clero sanjuanino y procedentes de la diócesis de Gualeguaychú.

Participaron de la celebración eucarística el director nacional de Culto Católico, Luis Saguier Fonrouge, el diputado nacional José Luis Gioja, el diputado nacional Daniel Tomas, el vicegobernador Marcelo Lima, los ministros Emilio Baistrocchi, Castor Sánchez Hidalgo, Raúl Tello, Walberto Allende, Alberto Hensel y Tulio del Bono, intendentes sanjuaninos, diputados provinciales, el ministro de la Corte de Justicia Humberto Medina Palá, miembros de las fuerzas armadas y de seguridad.

Monseñor Delgado presentó a la comunidad al arzobispo coadjutor como "hermano Lozano", y explicó que en 2017 el prelado tomará su lugar cuando se jubile, tras 17 años de ministerio episcopal en la arquidiócesis. "San Juan es tu casa y Dios quiera que sea por muchos años", sostuvo.

"Estoy muy conmovido con esta bienvenida", dijo monseñor Lozano.

Asimismo, reveló que camino a la arquidiócesis estuvo "pensando en dos imágenes que quería compartir con ustedes: una relativa a los sueños y otra a la fe. En este primer encuentro los animo a soñar, que no se conformen".+