Mons. Lozano: Dos "ancianos llenos de vida" en la presentación de Jesús

Monseñor Jorge Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo, reflexionó sobre el pasaje evangélico de la presentación de Jesús en el Templo

Monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo, reflexionó sobre el pasaje evangélico de la presentación de Jesús en el Templo de Jerusalén, y destacó la presencia de dos adultos mayores en esa ceremonia, a los que definió como “dos ancianos llenos de vida”.



“Entre los hechos llamativos se destaca la participación de dos ancianos. Uno llamado Simeón, ‘un hombre justo y piadoso, que esperaba el consuelo de Israel. El Espíritu Santo estaba en él’, podríamos decir una persona abierta a la obra de Dios y con la esperanza de ver el cumplimiento de las promesas de Dios a su Pueblo elegido”, describió, y recordó: “El anciano toma al Niño en sus brazos y reza una oración hermosa: ‘Ahora, Señor, puedes dejar que tu servidor muera en paz, como lo habías prometido, porque mis ojos han visto la salvación que preparaste delante de todos los pueblos: luz para iluminar a los paganos y gloria de tu Pueblo Israel’”.



“Es la oración de quien encuentra colmados sus anhelos más hondos madurados en una larga espera paciente”, subrayó.



El prelado continúa su relato señalando la irrupción en la escena en el templo de “Ana, de 84 años. Mujer también piadosa que reconocía en este Niño el cumplimiento de las promesas de Dios”.

“Un varón y una mujer ancianos que nos evocan una larga espera del cumplimiento de las promesas de Dios. Pero al fin llega. En ambos se destaca la esperanza y la apertura a una realidad verdaderamente nueva en el contexto de la primera entrada de Jesús en el Templo. Ellos son representantes del Pueblo de Israel que recibe a su Salvador”, afirmó.



“Los jóvenes, representados por (la Virgen) María y (San) José, se suman a esta alegría del cumplimiento de las profecías: ‘Luz para iluminar a los paganos y gloria de tu Pueblo Israel’”, diferenció.



Monseñor Lozano sostuvo que “este acontecimiento muestra la renovación del culto por medio de una nueva ofrenda de amor a Dios, Jesús, nos puede ayudar a revisar cómo alabamos, bendecimos y adoramos a Dios. ¿Nos entregamos con Jesús? ¿Nos ofrecemos al Padre? ¿Celebramos con alegría la vida nueva?”



“Como Simeón y Ana, ¿vemos en Jesús la plenitud de la vida?”, preguntó, y concluyó: “Las velas que hoy se bendicen en muchos Templos son imagen de la presencia de Jesús que viene en brazos de María para liberarnos de la oscuridad. Abramos nuestro corazón y dejemos que entre en nuestra vida”.+