Sábado 20 de abril de 2024

Mons. Margni fue ordenado obispo auxiliar de Quilmes

  • 18 de marzo, 2018
  • Quilmes (Buenos Aires)
Con el lema "Según tu Palabra", en la noche del viernes 16 de marzo, festividad del Santo Cura Brochero, fue ordenado obispo auxiliar de Quilmes el presbítero Marcelo Julián Margni. La celebración, que se desarrolló sobre un escenario en la puerta de la catedral Inmaculada Concepción, fue presidida por el obispo de Quilmes, monseñor Carlos José Tissera, que fue el obispo consagrante principal. Fueron coconsagrantes el obispo de La Rioja, monseñor Marcelo Colombo y el obispo emérito de Quilmes, monseñor Luis Teodorico Stöckler.
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Una multitud de fieles y una veintena de obispos acompañaron el viernes 16 de marzo al presbítero Marcelo Julián Margni en su ordenación episcopal como obispo auxiliar de Quilmes, que se llevó a cabo sobre un escenario en la puerta de la catedral Inmaculada Concepción y fue presidida por monseñor Carlos José Tissera. Los coconsagrantes fueron el obispo de La Rioja, monseñor Marcelo Colombo y el obispo emérito de Quilmes, monseñor Luis Teodorico Stöckler.

La celebración fue antecedida por una oración que monseñor Margni rezó frente a la tumba del primer obispo de Quilmes, monseñor Jorge Novak. Luego de la procesión de obispos, sacerdotes y diáconos por la plaza San Martín (frente a la catedral) comenzó la ceremonia de ordenación que llevó como lema "Según tu Palabra".

Entre los presentes se encontraban autoridades como el Director Nacional de Culto Católico, Luis Saguier Fonrouge; el Director de Culto de la provincia de Buenos Aires, Walter Jiménez; el intendente de Quilmes, Martiniano Molina; el intendente de Florencio Varela, Andrés Watson; el diputado de la provincia de Buenos Aires, Juan José Mussi; el ex embajador argentino ante la Santa Sede, Carlos Cúster, entre otros funcionarios nacionales, provinciales y de los municipios de Berazategui, Florencio Varela y Quilmes.

Entre los obispos que participaron de esta ordenación se encontraban el obispo de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Lugones SJ, con sus auxiliares, monseñores Jorge Torres Carbonel y Jorge García Cuerva; el obispo de Azul, monseñor Hugo Salaberry SJ; el obispo de Merlo-Moreno, monseñor Fernando Carlos Maletti, junto con su auxiliar, monseñor Oscar Miñarro; el obispo de Gregorio de Laferrere, monseñor Gabriel Barba; el obispo de Morón, monseñor Jorge Vázquez; el obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia; el obispo de Zárate-Campana, monseñor Pedro Laxague; el obispo auxiliar de La Plata, monseñor Nicolás Baisi; y los obispos auxiliares de Buenos Aires, monseñores José María Baliña, Gustavo Carrara y Ernesto Giobando SJ. Acompañó a la delegación de los obispos el encargado de negocios de la nunciatura apostólica, monseñor Vincenzo Turturro.

"La Iglesia de Quilmes está de fiesta"
En su homilía, monseñor Tissera destacó la alegría del momento: "La Iglesia de Quilmes está de fiesta", señaló. "Dios nos regala un nuevo obispo. Delicadezas de su amor, manifestado en el corazón bondadoso del papa Francisco que nombró al padre Maxi en respuesta a mi pedido de un obispo auxiliar", añadió.

El obispo se refirió luego al lema episcopal "Según tu Palabra". Al respecto, recordó "un momento de gracia que vivimos juntos el pasado 9 de enero, con todos los seminaristas, en la pequeña capilla de la Casa de Ejercicios de Villa Cura Brochero (Córdoba). Los que estuvimos allí fuimos testigos de un verdadero abrazo consolador de ese Dios que te ama ¡Nada menos que ante la urna que guarda las reliquias del Santo Cura Brochero! No sé de dónde te brotaron tantas lágrimas. Más que demasiado joven, te mostraste en tus palabras, entrecortadas por la emoción, con un corazón de niño en brazos de tu Padre. Allí mismo trajiste el recuerdo de otro momento de gracia vivido hace más de veinte años, cuando con tu compañero el padre Eduardo Silio, participantes de un encuentro de pastoral vocacional en Córdoba, con sus ahorros se costearon una escapada hasta ese lugar al que sólo conocían de oídas, por los apasionados comentarios del padre Gino. Sin duda, allá lejos, el Cura Brochero anticipaba la gracia de este día que estamos celebrando", relató.

"Hoy vivimos con profunda alegría una realidad que nos trasciende y nos invita a fijar la mirada en Jesucristo, el enviado del Padre para salvar al mundo. Él envió a su vez a los Apóstoles para que, llenos del Espíritu Santo, anunciaran el Evangelio y reuniendo a todos los hombres en un solo rebaño, los santificaran y los pastorearan. A fin de asegurar la continuidad de este ministerio hasta el fin de los tiempos, los Apóstoles eligieron colaboradores a quienes comunicaron por imposición de las manos, que confiere la plenitud del sacramento del Orden, el don del Espíritu Santo que habían recibido de Cristo. De este modo se ha conservado tan importante ministerio a través de los tiempos", explicó monseñor Tissera, y añadió que "por el ministerio paternal del obispo, el mismo Jesucristo sigue predicando el Evangelio, administrando los sacramentos de la fe a los creyentes".

"Todo esto lo hace el Obispo, pero con un único estilo, el de Jesús, ´que no vino a ser servido, sino para servir y dar la vida en rescate por una multitud´", continuó.

Monseñor Tissera recordó luego a la persona del primer pastor diocesano, monseñor Jorge Novak, "quien te recibió en el Seminario y te ordenó sacerdote. Aquí mismo él fue ordenado obispo aquel 19 de septiembre de 1976. Ese día dijo: ´Es nuestra más urgente tarea como comunidad cristiana la evangelización, la que hallo expresada en esta frase punzante del Apóstol: "Pobre de mí si no predicara el Evangelio". El Padre Obispo Jorge anticipó fehacientemente lo que hoy Francisco llama ´una Iglesia en salida´", advirtió. cuando dice: "En la Palabra de Dios aparece permanentemente este dinamismo de "salida" que Dios quiere provocar en los creyentes... Salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio".

"Las cuatro estrellas de tu escudo episcopal hacen referencia a esos cuatro cauces por los que se desplegó la vida de esta Iglesia de Quilmes, de la mano de su primer obispo: la opción preferencial por los pobres, la misión evangelizadora, la defensa de los derechos humanos y el servicio a la unidad de los cristianos. Cuatro estrellas que brillan en nuestro camino, nacidas del corazón de este Siervo de Dios, a quien miramos como intercesor, y que el papa Francisco, el pasado 2 de febrero lo definió así: ´Novak es una verdadera luz en el episcopado argentino´", indicó el obispo.

El prelado agradeció luego a la familia del nuevo obispo, al presbiterio de la diócesis de Quilmes, "que con sus obispos ha formado este pastor que hoy seguirá caminando con nosotros como padre, hermano y amigo", a monseñor Margni, "Maxi", por su "sí", y a monseñor Vincenzo Turturro, "que desde la Nunciatura nos trae la Bula firmada por nuestro querido papa Francisco".

"Nuestra Iglesia Diocesana camina de la mano de María Inmaculada. Siempre ha brillado en tu camino, querido Maxi. El Santo Cura Brochero cariñosamente la llamaba "Mi Purísima". El padre obispo Jorge la honraba cada año en Luján, y en sus manos maternales ofrendó su vida a Dios. Hoy, se hace muy cercana a tu corazón de pastor, para sostenerte en tu propósito: "Según tu Palabra", concluyó.

» Texto completo de la homilía

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Brochero, Novak y María
Monseñor Margni dirigió luego unas palabras a los fieles presentes. En su mensaje, recordó que "un pastor no se define por sus apariencias sino por su corazón latiendo con compasión, con misericordia, con caridad", y pidió al Santo Cura Brochero que, en su día, "interceda para que siempre celebre en la vida y en el ministerio esa convicción".

"Me siento totalmente tomado por Dios, su Espíritu me ha ganado y hay que saber perder. A Él quiero agradecer su inmensa bondad, paciencia y confianza; en Él agradezco a cada uno de ustedes. Cada rostro y cada nombre en esta plaza son importantes. Como la Virgen María, mi alma canta su grandeza, estremecido porque miró mi pequeñez", expresó el obispo auxiliar.

Monseñor Margni mencionó también "al padre Novak: Su memoria late en cada una de nuestras comunidades. Su corazón de pastor y su trabajo incansable han hecho de nosotros un pueblo capaz de dejarse animar por el Espíritu de Dios, que nos hace esta Iglesia viva que hoy me unge", aseguró.

Finalmente, agradeció a su familia, su barrio, amigos y compañeros, y consideró "una gracia", estar al lado de monseñor Tissera, "en quien reconozco a un ´pastor con olor a oveja´", manifestó. Mencionó además a los obispos por su cálida y fraternal bienvenida.

"Quisiera acompañar la maduración del proyecto de Dios para la Iglesia quilmeña y su sueño común de seguir creciendo juntos en la vocación de ser primicia y fermento del Reino de justicia y paz, de una Iglesia discípula misionera y que vive la dulce y confortadora alegría de evangelizar, una Iglesia amiga de Dios y de los pobres, defensora de los derechos humanos, servidora del diálogo y la unidad de los cristianos. Es el sueño de Jesús, el sueño del concilio, el sueño de Novak", expresó.

"Me emociona profundamente decir que sí en esta hora de la Iglesia. En el pontificado del papa Francisco, el olor a oveja del pastor se hace perfume de bálsamo latinoamericano para embellecer a la humanidad, que está llamada a encontrar la salvación en la causa de Cristo, nuestra alegría, nuestra fuerza y nuestra esperanza", concluyó, invocando la protección de María de Luján.+

» Texto completo de la homilía

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