Viernes 19 de abril de 2024

Mons. Montini a los nuevos sacerdotes: "Recen, recen siempre, y recen mucho"

  • 9 de diciembre, 2019
  • Santo Tomé (Corrientes) (AICA)
Ordenación sacerdotal de los diáconos Omar Garro y Nahuel Esmoris
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El obispo de Santo Tomé, monseñor Gustavo Montini, presidió el 6 de diciembre la misa de ordenación sacerdotal de los diáconos Omar Garro y Nahuel Esmoris, en la catedral Inmaculada Concepción, donde recordó que el sacerdocio es “promesa y profecía para nuestro tiempo”.



“Queridos Nahuel y Omar, la vocación sacerdotal a la que fueron llamados es el fruto de esa oración que Jesús ha realizado –y realiza- en su Cuerpo. Detrás del llamado que el Señor les hizo, hay un pueblo que rezó y en esa oración, Jesús los amó, abrazó sus historias y comenzó su trabajo de seducción y configuración que jamás acabará”, destacó.



“Ustedes se deben a esa oración y por tanto vivirán conforme a la vocación que han recibido, si son –como Jesús- hombres de oración. Los sacerdotes estamos llamados a ser hombres de Dios. Si no rezan no sólo no serán buenos y fecundos sacerdotes, sino que muy probablemente en algún punto del camino, dejarán de serlo”, sostuvo.



El prelado señaló: “No somos ni profesionales de lo sagrado, ni nuestra misión se ciñe a ciertos momentos determinados, ni nuestras tareas se reducen a repetir ideas, ni tampoco se trata de seducir o anestesiar con frases lindas y llamativas”.

 















“Los pastos y las verdes praderas a las que debemos conducir a nuestro pueblo es el rostro de Dios manifestado en nuestras palabras y reflejado en nuestras vidas. Vivan conectados todo el tiempo: recen, recen siempre, y recen mucho”, les pidió.



Monseñor Montini destacó que “la providencia de Dios ha querido que realicemos esta ordenación en un clima mariano excepcional. En pocos días celebraremos la solemnidad de la Inmaculada Concepción, y además con esta celebración haremos la apertura del Año Mariano que celebramos en la Argentina con ocasión de los 400 años del hallazgo de la imagen de la Virgen del Valle”.



“Como siempre, la Virgen no quiere estar ausente ni lejos de la vida de sus hijos. En su corazón de Madre ponemos nuestras vidas, particularmente las de Nahuel y Omar, como así también encomendamos bajo su cuidado y protección a nuestra querida diócesis de Santo Tomé”, concluyó.+



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