Miércoles 24 de abril de 2024

Mons. Olivera a la Virgen de Luján: "No abandones a los servidores de la Patria"

  • 29 de abril, 2020
  • Buenos Aires (AICA)
Al inicio de la novena en honor de Nuestra Señora de Luján
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En el marco del Año Mariano Nacional, y al comenzar la novena en honor de Nuestra Señora de Luján, el obispo castrense, monseñor Santiago Olivera, envió un mensaje a los fieles.



Poniendo su mirada en la Virgen, “la limpia y pura Concepción que quiso quedarse entre nosotros a orillas del río Luján para acompañar nuestro peregrinar”, señaló: “Ante estos difíciles momentos debemos recordar que ella es mediadora, abogada, auxiliadora y socorro de los que la invocan”.



En la novena que comienza hoy, el prelado invitó especialmente “a rezar juntos y ponernos al amparo de nuestra Madre, bajo su advocación de Luján, patrona de la Patria, de la diócesis castrense y de la Gendarmería Nacional. Bajo su manto nos debemos sentir íntimamente unidos. Norte, sur, este y oeste, en todo el territorio de la Nación y también junto a nuestros hermanos que custodian la paz en Chipre”.



“Los invito también a experimentar el amor maternal de María y, bajo su mirada amorosa, a consolidar nuestra pertenencia particular a esta diócesis que cumple su principal misión en la atención pastoral a los hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas y Fuerzas de Seguridad Federales, sus familias, el presidente de la Nación, los Ministerios de Defensa y Seguridad y los establecimientos de salud castrenses. Sabemos de su corazón especialmente dispuesto al servicio de la Patria”, reconoció.



“En este tiempo de pandemia y difícil prueba, en esta tormenta inesperada y furiosa -en palabras del querido papa Francisco- tenemos que aprovechar para sacar lo mejor de nosotros mismos, para no dejarnos confundir y obrar con prudencia y serenidad. Mirar nuestro interior y, aún con los pies en la tierra, elevar los ojos al cielo sabiendo de nuestra fragilidad y nuestros límites. Confiar, como peregrinos que somos, en María nuestra Madre. Los cristianos tenemos que saber que, pese a esta difícil prueba, todo sirve para bien de los que Dios ama”, afirmó.



“El 8 de mayo íbamos a celebrar la ordenación diaconal de uno de nuestros seminaristas en la parroquia de Nuestra Señora de Luján Castrense, también bajo cuidado pastoral de esta diócesis y con una realidad que compartimos con nuestra hermana Iglesia de Buenos Aires. Por motivos lógicos de este tiempo y por razones de prudencia humana y pastoral, la hemos trasladado a otra fecha. Ello nos anima a renovar nuestra oración por las vocaciones sacerdotales a esta vida castrense. Vocación de sacerdote diocesano, pero con la particularidad de estar al servicio y la disponibilidad, tanto aquí como en el exterior, de los que sirven a la Patria”, explicó.



Sobre la figura de la Virgen, monseñor Olivera destacó: “María se tomó bien en serio ser la Madre de todos. Al pie de la cruz la recibimos como Madre porque su Hijo así lo quiso como su testamento más grande. María, como lo hizo en las Bodas de Caná, con mirada tierna, cercana, atenta a nuestras necesidades, nos invita siempre a disponer nuestro corazón a Jesús y estar bien dispuestos a lo que Él nos dice”.



“María, que es la llena de Gracia y la bendita entre todas las mujeres, también es la mujer de la peregrinación. Fue creciendo y comprendiendo al Señor guardando muchas cosas en su corazón. Dijo Sí en la encarnación y dijo Sí en la cruz. Fue un Sí inclaudicable. Un Sí que no tuvo nunca una vacilación. Su ‘hágase en mí según su palabra’ nos anima y nos impulsa también a decirle nosotros Sí al Señor”, sostuvo.



“Pastores y fieles de esta diócesis compartimos la rica experiencia de tener a la Madre de Luján como nuestra celestial patrona. Al amparo de ella una vez más nos cobijamos en estos tiempos difíciles para que no abandone a los servidores de la Patria y nos preparamos juntos para transitar esta Novena a su lado y poder celebrar su fiesta el próximo 8 de mayo con un corazón renovado en amor y solidaridad, en servicio y esperanza, en esta Argentina que hoy, más que nunca, nos necesita”, concluyó, pidiendo: “Madre de Luján, ruega por nosotros”.+