Mons. Olivera reiteró el llamado a la santidad en el contexto actual

La Delegación Episcopal para las Causas de los Santos tuvo el 11 de septiembre su Encuentro Anual

 La Delegación Episcopal para las Causas de los Santos tuvo el 11 de septiembre su Encuentro Anual, que se desarrolló en las instalaciones de la Santa Casa de Ejercicios del barrio porteño de Monserrat.



Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo del delegado episcopal para las Causas de los Santos, y obispo castrense de la Argentina, monseñor Santiago Olivera, y la jornada continuó con la presentación del padre Juan Cruz Villalón, quien brindó detalles sobre los primeros pasos de inicio de una causa de beatificación y canonización.



La jornada contó con la presencia de monseñor Juan Guillermo Durán, postulador de la causa de canonización del Negro Manuel, quien presentó el libro “Manuel Costa de los Ríos, fiel esclavo de la Virgen de Luján”.



Además, se presentó un informe sobre el estado de las causas argentinas y monseñor Olivera dio a conocer las bases del desarrollo de la próxima Jornada de Oración por la Santificación del pueblo argentino y la glorificación de sus siervos de Dios, que se celebra el 1º de noviembre.



“La Delegación para la Causas de los Santos de la Argentina se goza de poder ser instrumento para hacer visible este bello rostro de nuestra Iglesia”, expresó el prelado, y detalló: “La función de la delegación es sostener en las Iglesias particulares de la Argentina el interés por promover las causas de personas que se hayan destacado por su santidad de vida; asesorar a los actores, postuladores y peritos que lo necesiten y requieran, en cuanto sea posible; promover el culto de los beatos y santos argentinos según las normas de la Iglesia; recordar la vocación de todos los fieles del pueblo de Dios a la santidad y promover la oración por este objetivo”.



Respecto del desarrollo de la 23 Jornada de Oración por la Santificación del pueblo argentino y la glorificación de sus siervos de Dios, monseñor Olivera citó la exhortación apostólica del papa Francisco, Gaudete et Exsultate, de quien consideró: “Es sin duda un excelente referente para encarnar nuestros objetivos como Delegación y él mismo expresa en el punto dos de la exhortación que su humilde objetivo es hacer resonar una vez más el llamado a la santidad, procurando encarnarlo en el contexto actual, con sus riesgos, desafíos y oportunidades”.



“El Señor lo pide todo, y lo que ofrece es la verdadera vida, la felicidad para la cual fuimos creados. Él espera que no nos conformemos con una existencia mediocre, aguada, licuada”, aseguró el prelado.



“Francisco nos invita a reconocer a estos testigos aún en nuestras familias y comunidades que, aunque aun con vidas que no fueron siempre perfectas, con caídas e imperfecciones, siguieron adelante. ¡Qué consuelo es también saber esta verdad!, por los que rezamos y por nosotros mismos que debemos serlo”, exclamó.



Finalmente, monseñor Olivera recordó que “la santidad es el rostro más bello de la Iglesia y no te hace menos humano. La santidad no nos aleja de los otros, al contrario, por eso es muy significativo también que Francisco nos hable de los santos de la puerta de al lado”.



“Recemos por nuestro amigos, beatos, siervos y venerables, recemos por nuestro pueblo argentino, recemos por cada uno de nosotros”.



El final del encuentro reunió en la capilla de la Santa Casa de Ejercicios Espirituales a los presentes con la celebración de la Eucaristía presidida por monseñor Olivera y concelebrada por fray Martín Bitzer, monseñor Juan Habib Chamie, obispo maronita, el padre Diego Pereyra y el padre Pedro Narambuena.+