Jueves 18 de abril de 2024

Religiosas en la India: "En 4 años enviamos a prisión a 30 traficantes de personas"

  • 17 de diciembre, 2014
  • Calcuta (India)
"En cuatro años logramos enviar a prisión a 30 traficantes de personas", expresó a los periodistas, el pasado 10 de diciembre en el Vaticano, la hermana Sharmi D´Souza, religiosa de las Hermanas Catequistas de María Inmaculada Auxiliadora (SMI), que trabajan, junto con la Policía, en los burdeles de Calcuta (India), para liberar a las mujeres y niñas, incluso de 12 años, de las garras de sus explotadores. Ella, junto con otras siete religiosas, fue invitada a asistir a la presentación del Mensaje del Papa para la XLVIII Jornada Mundial de la Paz (1° de enero de 2015), sobre el tema "No más esclavos, sino hermanos", que insta a todos a combatir las formas modernas de esclavitud.
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"En cuatro años logramos enviar a prisión a 30 traficantes de personas", expresó a los periodistas, el pasado 10 de diciembre en el Vaticano, la hermana Sharmi D´Souza, religiosa de las Hermanas Catequistas de María Inmaculada Auxiliadora (SMI), que trabajan, junto con la Policía, en los burdeles de Calcuta (India), para liberar a las mujeres y niñas, incluso de 12 años, de las garras de sus explotadores.

Ella, junto con otras siete religiosas, fue invitada a asistir a la presentación del Mensaje del Papa para la XLVIII Jornada Mundial de la Paz (1° de enero de 2015), sobre el tema "No más esclavos, sino hermanos", que insta a todos a combatir las formas modernas de esclavitud.

"Solo en una noche rescatamos a 37 niñas", dijo, y agregó que 10 eran menores de edad. Las hermanas toman la custodia de las mujeres, ofreciéndoles seguridad, apoyo y atención para recomenzar con sus vidas; mientras que las mujeres liberadas dan luego información crucial a la policía, como los nombres de los explotadores y la posición de los otros burdeles.

Muchas veces, relata la religiosa, la policía se niega a ir con las religiosas en algún "raid", porque, muchas veces, son cómplices o estén pagados por los traficantes, entonces las hermanas los denuncian a alguno de mayor rango en la cadena de mando y finalmente logran que "ellos se muevan", señaló la hermana D´Souza.

"Nunca vamos solas. Vamos junto con otras ONG. Pero necesitamos que nuestros pastores estén con nosotras, que nuestros obispos y nuestros sacerdotes nos apoyen, porque si ellos están con nosotros, podemos hacer aún más", concluyó.