Viernes 29 de marzo de 2024

Río Gallegos homenajeó a Mons. D'Annibale: "Pastor cercano, de paz y de acción"

  • 21 de abril, 2020
  • Río Gallegos (Santa Cruz) (AICA)
El vicario general diocesano, presbítero Miguel Ángel Robledo, dedicó unas palabras a la memoria del prelado, a quien recordó como un pastor de paz, de acción y cercanía con el pueblo.
Doná a AICA.org

En la misa del segundo domingo de Pascua, la diócesis de Río Gallegos recordó a su antiguo obispo, monseñor Miguel Ángel D’Annibale, fallecido el 14 de abril. El vicario general diocesano, presbítero Miguel Ángel Robledo, dedicó unas palabras a la memoria del prelado, a quien recordó como un pastor de paz, de acción y cercanía con el pueblo.

El presbítero Robledo expresó su dolor ante la partida de monseñor D’Annibale, que durante siete años acompañó la diócesis austral: “No es fácil para ninguno de nosotros hablar de él, porque está muy vivo en el corazón de todos nosotros. Durante los 7 años que compartimos dejó una huella en nuestra diócesis y supo ganarse el corazón de todos los que lo trataron, conocieron y escucharon”.

El vicario general habló de la paz que monseñor Miguel Ángel siempre transmitió: “Ha sido un pastor de paz. Y como Jesús que nos dice, ‘la paz esté con ustedes’, Miguel Ángel supo ser un hombre de paz que lo llevó a buscar siempre la comunión en toda nuestra diócesis. Miguel en su calidez como persona, en su cercanía como pastor, en su disponibilidad para escuchar, siempre buscó obrar bien”, expresó.

Luego lo denominó como “un pastor de acción”: “Como un signo pascual, estuvo en acción, porque la Pascua nos saca de nuestros encierros y nos hace vivir la fe de una manera distinta, nueva. Él ha sido un pastor que anunció con alegría el Reino de Dios y ésta es la misión de todo obispo: anunciar con incansable paz y alegría. Lo hizo con pasión y lo transmitió desde el lugar que más le gustaba: la liturgia. Nos enseñó a todos a alimentarnos para salir a anunciar con alegría el Reino de Dios”.



"Fue para nosotros un pastor humano, un pastor cercano”, dijo el vicario general. “Y Jesús lloró”, recordó, “al igual que nosotros en este tiempo. Esta cercanía él la vivió con nosotros porque se sintió sostenido por la gracia de Dios. Así Dios nos hace ver nuestra humanidad y fragilidad, y así poder transmitirla desde la cercanía entre la familia. Poder vivir la misericordia de Dios como nos invita a vivir este tiempo pascual. Miguel vivió para todos nosotros esa gracia de Dios que lo hizo cercano a su pueblo”.

El presbítero Robledo dio gracias a monseñor D’Annibale en nombre de la comunidad diocesana, “por tener un corazón misericordioso, y en ese corazón estamos unidos nosotros como pueblo de Dios”. Agradeció al pastor “que transmitió paz, que anunció al pueblo de Dios, y que nos hizo vivir con cercanía desde la humanidad el Evangelio de Jesús. Le pedimos que nos siga ayudando a poder vivir con la generosidad y la humildad que el vivió”.

“Que sea para nosotros un pastor que siga marcando el camino de nuestra diócesis y que podamos tenerlo siempre presente en nuestra memoria para vivir como el vivió. Lo recordaremos con esa paz de su rostro, con su sonrisa y con la cercanía que siempre mantuvo con nosotros. Gracias por enseñarnos a vivir la Pascua de Dios hasta el momento en que nos volvamos a encontrar”, concluyó.+