Jueves 18 de abril de 2024

Se inauguró la Fazenda de la Esperanza "Nuestra Señora del Carmen"

  • 7 de octubre, 2016
  • Formosa (AICA)
El obispo de Formosa, monseñor José Vicente Conejero, junto con el obispo de Goya, monseñor Adolfo Canecín y el obispo emérito de la prelatura de Deán Funes, monseñor Aurelio Kun, inauguraron, el miércoles 5 de octubre, la Fazenda de la Esperanza "Nuestra Señora del Carmen", un centro de recuperación para personas adictas a las drogas, ubicado en el paraje "El Tohué", a unos 20 kilómetros de la ciudad de Formosa. Con esta nueva Fazenda ya son diez las que están funcionando en distintos puntos del país.
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El obispo de Formosa, monseñor José Vicente Conejero, junto con el obispo de Goya, monseñor Adolfo Canecín y el obispo emérito de la prelatura de Deán Funes, monseñor Aurelio Kun, inauguraron, el miércoles 5 de octubre, la Fazenda de la Esperanza "Nuestra Señora del Carmen", un centro de recuperación para personas adictas a las drogas, ubicado en el paraje "El Tohué", a unos 20 kilómetros de la ciudad de Formosa.

Con esta nueva Fazenda ya son diez las que están funcionando en distintos puntos del país: dos en Córdoba (una de mujeres en Quilino), una en La Rioja, en Florencio Varela y en Carhué (Buenos Aires), dos en Tucumán, en Salta y en Santa Fe (de mujeres, en Providencia), Formosa, Río Cuarto (Córdoba), Mendoza y una de mujeres en Santa Lucía (Goya).

El acto de inauguración de la nueva Fazenda contó con la presencia del padre Luis Menesse, presidente de la comisión general de Fazenda Brasil y Ricardo Olivera, ecónomo de la comisión. Los presbíteros Raúl Méndez, presidente de la Fazenda "Nuestra Señora del Carmen", Mario Franco, del Equipo de Pastoral de las Adicciones (EPA), Sergio De Paulo y Luis Ricardiho.

Asimismo participaron integrantes del Movimiento de los Focolares, del Grupo Esperanza Viva de Formosa y Paraguay, jóvenes misioneros y la encargada de la regional del Paraguay y Norte Argentino, Sonia Martínez

También se hicieron presentes autoridades del gobierno provincial, los ministros de Comunidad, doctor Aníbal Gómez; de Educación, Alberto Zorrilla, la diputada nacional Inés Beatriz Lotto; el subsecretario de Cultura de la provincia, Alfredo Jara; y la diputada provincial Otilia Britez, entre otros.

La flamante Fazenda de la Esperanza "está ubicada en un predio de 8 hectáreas donado por el señor Raúl Bobadilla, tiene capacidad para unas 40 personas, cuenta con siete habitaciones, comedor, cocina, baño, lavadero, salón de usos múltiples, casa para el responsable del lugar y una capilla en etapa de construcción", explicó Carlos Ledesma, responsable del Grupo Esperanza Viva.

Ledesma recordó que esta iniciativa nació en 2009 y logra su concreción "mediante el esfuerzo de toda la comunidad que es la que hizo posible esto que se está viviendo", expresó.

"Contar con esta infraestructura ?añadió el responsable del Grupo Esperanza Viva- es una solución para muchos jóvenes y padres que quieren salir del flagelo de las adicciones. A este lugar podrán acceder jóvenes de localidades del interior, de la ciudad, de provincias vecinas y también de la hermana República del Paraguay", indicó.

Por su parte, el vicepresidente de la comisión directiva de la Fazenda Nuestra Señora del Carmen, Humberto Capello, manifestó que la inauguración "viene a cubrir una sentida necesidad de la comunidad" y señaló que "la iniciativa estuvo acompañada por la providencia de Dios".

Capello indicó que fueron muchas las personas que ayudaron para que finalmente pudiera concretarse este sueño. Este espacio permitirá que muchos de los jóvenes formoseños, que desde hace más de ocho años van a las Fazendas de otras provincias para recuperarse de las adicciones, podrán a partir de la puesta en marcha de esta iniciativa, estar más cerca de sus familias. En esta primera etapa, explicó, el albergue tiene capacidad para un poco más de treinta personas, y más adelante se extenderá.

El modelo "Fazenda de la Esperanza", nacido en Brasil en 1983, es un espacio abierto y de ingreso voluntario, cuyo sostenimiento se realiza a partir de la producción propia de quienes transitan allí su recuperación. La labor dentro de la casa es fundamental para la mejoría. Se trata de una comunidad basada en el acompañamiento y la contención, donde se enseña un modo de vida diferente.+