Un sacerdote argentino, traductor del Papa en Estonia

Un sacerdote argentino hará de traductor del papa Francisco en su visita a Estonia. El Pbro. Pedro Cervio, de 42 años, de la Prelatura del Opus Dei, desde hace siete años ejerce su ministerio sacerdotal en Tallin, capital de Estonia, donde es profesor en dos colegios. Este año publicó su primer libro en estonio. Nacido en Adrogué en 1976, estudió allí en el colegio parroquial Stella Maris, se licenció en Filosofía en la UCA y se doctoró en la Universidad de Navarra.

Un sacerdote argentino hará de traductor del papa Francisco en su visita a Estonia. El presbítero Pedro Cervio, sacerdote de la Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei, vive desde hace siete años en Tallin, capital de Estonia, y actuará como intérprete del papa Francisco durante su visita oficial a este país báltico.

El padre Cervio nació en 1976 en Adrogué, provincia de Buenos Aires. Es el mayor de cinco hermanos; además de él, tres mujeres -una de ellas cineasta- y un varón, que vive en Nueva Zelanda. Hizo sus estudios primarios y secundarios en el colegio parroquial Stella Maris, de Adrogué, del que su padre, el escribano Jorge Cervio, es su representante legal y donde estudian varios sobrinos suyos. Su padre y su madre, Virginia Luparia, viajaron a Estonia en esta ocasión para estar presentes en este gran acontecimiento. Su mamá es hija del contador Mario Luparia, ya fallecido, que fue un destacado dirigente nacional de la Acción Católica Argentina.

El padre Cervio se licenció en Filosofía en la Pontificia Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires (UCA) y se doctoró en la Universidad de Navarra, Pamplona, España, con la calificación "summa cum laude". Ese mismo año fue ordenado sacerdote en la basílica de San Eugenio en Roma por el prelado del Opus Dei, monseñor Javier Echevarría.

Desempeñó su ministerio en Valencia, España; en Asunción, Paraguay, y en la ciudad de Rosario, Santa Fe. Desde el año 2011 lo hace en Tallin, en donde trabaja como profesor de ética y filosofía en dos colegios, uno municipal y el otro privado de orientación católica. Aficionado al fútbol y al tenis, buen lector, tiene estrecha conexión con los jóvenes y ha sabido adaptarse con buen ánimo a un clima extremadamente riguroso en invierno, con pocas horas de luz.

Aunque la comunidad católica es allí muy pequeña, el padre Cervio ve con esperanza amplias perspectivas apostólicas a la acción de la Iglesia Católica, que es muy respetada en el país y donde ha atraído la atención de notables intelectuales.

Este año redactó y publicó su primer libro de meditaciones en idioma estonio.+ (Jorge Rouillon)